La tensión que vive el PP vasco no se ha resuelto en la Junta Directiva celebrada esta tarde en Vitoria ya que, a falta de dos días para que se celebre el congreso extraordinario del partido, su presidenta, Arantza Quiroga, sigue sin un relevo para el actual secretario general, Iñaki Oyarzábal.
La cita celebrada esta tarde en la sede del PP de Vitoria ha estado presidida por Quiroga, Oyarzábal y por los máximos dirigentes de la formación en Álava, Alfonso Alonso, Bizkaia, Antón Damborenea, y Gipuzkoa, Borja Sémper.
Pese a que todo hacía pensar en que el relevo de Oyarzábal se trataría hoy, la reunión ha durado apenas un cuarto de hora y los asistentes se han limitado a aprobar por unanimidad el reglamento que regirá el congreso de este fin de semana en San Sebastián, que será clausurado el sábado por el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy.
Arantza Quiroga ni siquiera ha intervenido en esta cita, pero al abandonar la sede popular ha afirmado que el PP "es un partido con una trayectoria, muy especialmente en el País Vasco, que se merece la responsabilidad de todos" y "altura de miras". Y ha añadido: "No vamos a decepcionar a nadie".
El presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, que ha salido del edificio junto a Quiroga, ha incidido en esta idea y ha dicho que como la presidenta les ha pedido "responsabilidad y acuerdo, habrá responsabilidad y acuerdo. Lo importante es que salga bien el sábado", cuando el congreso debe aprobar la candidatura de la presidenta.
La difícil situación que viven los populares vascos se prolonga ya desde hace un mes, cuando Quiroga comunicó a Oyarzábal que quería relevarle al frente de la Secretaría General, porque, según dijo, aunque ha jugado un "papel fundamental" dentro del partido es necesario "mover banquillo" y afrontar una nueva etapa con "otras personas", decisión que le compete en exclusiva como presidenta.
Posteriormente propuso para el cargo al concejal de Hacienda de Vitoria, Manuel Uriarte, pero éste ayer renunció situarse al frente de la Secretaría General y hoy ha explicado que ha tomado esta decisión por motivos personales, tras hablar con su familia y con "todos los cargos del partido".
En esta tesitura, el PP apura los plazos para llegar al congreso con un nombre de secretario general consensuado, que supere los difíciles equilibrios de poder territoriales, ya que los dirigentes de Álava siempre han defendido que el candidato a ese cargo debía proceder de sus filas puesto que es en esta provincia donde el PP gobierna, tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento de Vitoria, algo que no ocurre en Bizkaia y Gipuzkoa.
El presidente del partido en Gipuzkoa, Borja Sémper, ha sido más explícito al explicar a los periodistas al término de la reunión que "quizás" la Junta Directiva de hoy "no fuera el lugar" idóneo para debatir sobre el relevo del equipo de Quiroga.
"La designación del secretario general compete en exclusiva al presidente del partido, no se abre a debate ni entre la militancia ni en la Junta Directiva", a la que también han asistido una veintena de vocales, ha señalado.
Sin embargo, Sémper ha dejado claro que a su juicio el nuevo "número dos" del PP vasco "se tiene que resolver mañana a más tardar, sería lo más razonable", puesto que será ya la víspera del congreso. "No contemplo otro escenario más que se resuelva en 24 horas", ha zanjado.
Ha dicho sentir "mucha pereza" de los "debates internos" y ha advertido de que éstos "no se pueden eternizar. Los debates internos son razonables y lógicos hasta que se eternizan y creo que éste se está eternizando".
El presidente de los populares vizcaínos, Antón Damborenea, ha explicado por su parte que hoy sólo "se ha hablado de lo que tocaba, del reglamento del congreso", pero ha añadido: "Habrá una solución cuando toque".
De este modo continúa la incertidumbre sobre el equipo que Quiroga presentará al 14 congreso de los populares en Euskadi, que lleva por lema "Al servicio de Euskadi", y en el que se ratificará previsiblemente a Arantza Quiroga como presidenta del partido.
El cónclave arrancará el viernes con el debate de las ponencias y la apertura de la jornada del sábado correrá a cargo de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, mientras que Rajoy será el encargado de clausurarlo.
