El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cumplió ayer dos años en el cargo y encabeza el que es ya el tercer gabinete más duradero de la España democrática, unos meses por detrás de los primeros ejecutivos que nombraron Felipe González y José María Aznar. El 21 de diciembre de 2011, Rajoy juró la jefatura del Gobierno en un acto presidido por el rey en el Palacio de la Zarzuela, un mes después de su victoria por mayoría absoluta en las elecciones generales.
Un día más tarde tomaron posesión de sus carteras sus trece ministros, nueve hombres y cuatro mujeres que siguen a fecha de hoy en los puestos para los que fueron designados. Desde entonces, ha habido peticiones de dimisión por parte de la oposición tanto del propio Rajoy como de algunos de sus ministros, entre ellos, y por diversos motivos, del titular de Educación, José Ignacio Wert; el de Hacienda, Cristóbal Montoro; y la de Sanidad, Ana Mato.
Pero en todo momento el jefe del Gobierno ha asegurado que no pensaba dimitir (como ante las solicitudes en ese sentido a consecuencia de la evolución del caso Bárcenas) y expresó su pleno respaldo a quienes le han acompañado en el Consejo de Ministros desde el inicio de su mandato.
Tanto en público como en privado aseguró que no tiene intención de hacer cambios en el Ejecutivo y que, si puede, acabará la legislatura con los mismos a los que reúne cada viernes en el Palacio de la Moncloa. El hacer modificaciones o no en su Gabinete es una cuestión tan personal de quien está al frente del mismo que tanto fuentes del entorno de Rajoy como de varios de sus ministros no se atreven a aventurar lo que puede decidir en los próximos meses el presidente del Gobierno.
Pero en todo momento el jefe del Gobierno ha asegurado que no pensaba dimitir (como ante las solicitudes en ese sentido a consecuencia de la evolución del caso Bárcenas) y expresó su pleno respaldo a quienes le han acompañado en el Consejo de Ministros desde el inicio de su mandato.
Tanto en público como en privado aseguró que no tiene intención de hacer cambios en el Ejecutivo y que, si puede, acabará la legislatura con los mismos a los que reúne cada viernes en el Palacio de la Moncloa. El hacer modificaciones o no en su Gabinete es una cuestión tan personal de quien está al frente del mismo que tanto fuentes del entorno de Rajoy como de varios de sus ministros no se atreven a aventurar lo que puede decidir en los próximos meses el presidente del Gobierno.
