Familiares y amigos reciben a los 140 militares ‘nerviosos, pero contentos’ después de cuatro meses

Satisfacción y alegría entre los miembros de la Brilat que regresaron a España desde El Líbano

Una madre abraza a su hijo a la llegada al aeropuerto de Lavacolla. (Foto: X. Rey)
El aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, se llenó ayer con la emoción de los familiares y parejas de 140 militares españoles que regresaban de su misión de paz en El Líbano. El jefe del destacamento, el general José María Prieto Martínez, destacó que ‘hemos cumplido con éxito nuestra misión’ y se mostró ‘muy satisfecho’ con la actuación de sus hombres. También señaló que, tras cuatro meses de misión, dejan un país ‘estable y en calma’ y ‘buenas relaciones’ con la población civil.
El jefe de la Brilat en El Líbano, el general José María Prieto Martínez, se mostró ayer ‘muy satisfecho’ a la llegada del contingente español al aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela. ‘Hemos cumplido con éxito nuestra misión’, destacó e informó de que la situación actual del país es de ‘calma y estabilidad’. El contingente español realizó patrullas en la frontera entre Líbano e Israel para evitar hostilidades’.

Asimismo, subrayó la labor conjunta en puestos fijos con las fuerzas libanesas, con las que aseguró estar ‘perfectamente integrados’. Por otra parte, Prieto llamó la atención sobre la ‘muchísima relación’ que tuvieron con la población civil libanesa, que es ‘algo fundamental’ en este tipo de misiones.

‘Felicitaciones’

Al final de estos cuatro meses, el general recibió ‘felicitaciones’ por parte del jefe de la fuerza y de ‘todas’ las autoridades civiles de la zona, por lo tanto, concluyó, la ‘misión se cumplió’ y están ‘muy satisfechos’. Sobre la situación en El Líbano, Prieto vio que ‘está como estaba antes’, en su anterior misión de 2007, y la calificó de ‘tranquila y estable’, aunque resaltó que se producen ‘puntuales focos de tensión’. De vez en cuando, ‘hubo alguna tensión’ que debió ser controlada por las tropas, pero ‘la norma’ fue la estabilidad, reiteró.

‘Los temas son los mismos, los focos de atención son los mismos’, explicó, en un escenario en el que ‘a veces sube un poco el nivel problemático’, lo que ejemplificó con las violaciones del espacio aéreo por parte de Israel o incluso con los cruces de frontera por pastores.

SOLDADOS GALLEGOS

La niebla retrasó el regreso a Galicia

En la capital gallega aterrizó un grupo de unos 140 soldados de la Brigada de Infantería Ligera ‘Galicia’ VII (Brilat), con base en Figueirido (Pontevedra). Aunque su llegada desde Beirut estaba prevista para las 8,00, la niebla la retrasó hasta las 9.05 horas. Así, el general Prieto indicó a su entrada en la terminal uno, que ‘ahora sólo quedan 400 soldados por venir’ de los 1.100 que se encontraban en El Líbano, y que lo harán en dos rotaciones.

‘La semana que viene estaremos todos aquí’, apuntó, para tomarse unas ‘merecidas vacaciones’ durante las que el mismo número de efectivos los sustituirá en la zona.

‘Os hemos echado mucho de menos’

Los allegados de los militares, que esperaban en el aeropuerto desde minutos antes de las 8,00 horas -para cuando se preveía el aterrizaje del vuelo, que se retrasó- coincidieron en manifestar sus ‘nervios’ y las ‘ganas’ de ver a los soldados tras una ausencia de cuatro meses y sometidos a la tensión de un posible ataque por parte de grupos islamistas.

Así, la mujer de José María, una de las más madrugadoras, fue a recibirlo con su hija, que la semana que viene cumplirá dos años y a la que vistió con una camiseta con el mensaje ‘Bienvenidos a casa... y a mi papá más’. ‘La niña sabe que pasa algo, le preguntamos quién viene y dice que papi’, destacó, tras confesar que la noche del sábado al domingo sólo pudo dormir unas dos horas y media ‘con los nervios’.

A su lado, la mujer de Pedro manifestó estar ‘menos nerviosa’ pero ‘más cansada’, a pesar de dormir cuatro horas. ‘¿Si tengo ganas de que lleguen? ¿No se me nota?’, proclamó entre gritos.

También muy nervioso se mostró el novio de Adriana, una militar de 25 años que reside en Vilagarcía de Arousa y con la que habló ‘frecuentemente’ durante su estancia en El Líbano ‘vía chat, por internet’. Según dijo, ‘ahora sólo quiero que llegue’.

Los padres de Javier, que tiene 30 años, hablaron por teléfono con él ‘cada día’ y aseguraron que ‘siempre’ les decía que se encontraba bien, ‘fuera cierto o no’, por dejarles tranquilos. ‘Nosotros tenemos ganas de verle, pero él también’, subrayó su madre.

El hijo y la mujer de Oscar -de Ourense- y el padre y los amigos de Daniel -de Pontecaldelas- expresaron su ‘felicidad’ por la llegada de sus familiares. ‘Estamos encantados, estos días se pasaron muy lentos pero ahora ya están con nosotros y todo está bien’, sentenció la hermana de Angel, un coruñés de 35 años.

A su entrada en la terminal, los militares fueron recibidos con besos, abrazos y algún lloro por los familiares, entre los que destacó un grupo de niños que sujetó una pancarta con el lema ‘Bienvenidos, os hemos echado mucho de menos’.

’Nunca hemos estado en nivel de alerta roja’

Respecto a los recientes atentados de grupos islamistas en Herat y Kabul, a cuatro días de las elecciones en Afganistán, el general Prieto rechazó cualquier repercusión en El Líbano, ya que estos sucesos ‘no influyen’, sino que sólo provocan que se eleve la alarma en el Estado en cuestión. ‘Nosotros hemos estado en el grado amarillo de alerta y en ningún momento pasamos al rojo o a amarillo plus’, incidió, señal que certifica ‘tranquilidad y calma’. En este nivel ‘no hay ningún problema’ y los vehículos, por ejemplo, no tienen que salir en pareja y pueden hacerlo sólos, explicó.

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