Semana clave para conocer si En Marea obtendrá grupo propio

Los diputados de En Marea, a su llegada al Congreso.
photo_camera Los diputados de En Marea, a su llegada al Congreso.

El martes es la fecha límite para que los grupos territoriales asociados presenten qué grupo quieren formar. Este fin de semana se discuten los "plan B" para encontrar un encaje.

La Mesa del Congreso de los Diputados decidirá la próxima semana qué encaje da a las diferentes "marcas" territoriales de Podemos y que aspiran a formar tres grupos parlamentarios separados además del matriz liderado por Pablo Iglesias, algo a lo que se opone el PP, PSOE y Ciudadanos.

El martes expira el plazo para que los diferentes partidos propongan por escrito qué grupos desean formar.

Al día siguiente la Mesa estudiará la propuesta y, en caso de que se rechace la formación de esos tres grupos autonómicos, las "confluencias" tendrán tres días para presentar alegaciones o, incluso, hacer una nueva propuesta. Hasta entonces, no se les obligará a integrar el grupo mixto.

Durante los últimos días, las tres candidaturas de "confluencia" han intercambiado opiniones sobre qué "plan B" pueden plantear, aunque cada una de ellas decidirá su futuro de forma independiente.

Coinciden en lamentar la postura "intransigente" del PSOE que, a su juicio, les ha aplicado la ley del "embudo" al negarles públicamente tener su propio grupo cuando, al mismo tiempo, ceden senadores para que consigan voz partidos como ERC y Democracia y Llibertat en la Cámara alta.

Entre las alternativas que podrían poner sobre la mesa estaría la formación de subgrupos autonómicos dentro del de Podemos o, algo mucho menos probable, la fórmula escogida para el Senado, un grupo propio y otro de las marcas territoriales en su conjunto.

No obstante, esta última opción no se ha cerrado en la Cámara alta, donde las marcas territoriales aún no han decidido si formarán grupo propio.

Podemos sí ha presentado su solicitud para constituirse en un grupo con once senadores, que se sumaría a los del PP, PSOE, PNV, ERC, DiL, estos tres últimos con senadores cedidos por CC y Aldaketa los vascos y por los socialistas los catalanes, y que también estudiará la Mesa del Senado el próximo miércoles.

En el "sudoku" del Congreso juega también Unidad Popular-Izquierda Unida, la candidatura de Alberto Garzón que con sólo dos diputados tiene complicado la formación de grupo.

Para conseguirlo explora un acuerdo con los diputados de Compromís en el caso de que la "marca" de Podemos en la Comunidad Valenciana no logre su propio grupo y no le interese integrarse en el unitario del partido de Iglesias.

Con ese acuerdo, tanto IU, liderada por Alberto Garzón, como Compromís, con su portavoz Joan Baldoví, ganarían visibilidad en la Cámara.

IU se garantizaría también el cobro de la subvención estatal por los envíos de propaganda electoral destinada únicamente a los grupos parlamentarios y que fuentes de la coalición cifran para su partido en unos dos millones de euros.

Si no hay sorpresas, el próximo miércoles la Mesa del Congreso también dará el visto bueno a la formación de grupo de los soberanistas catalanes de ERC y DiL -donde concurre CDC- que ya cuenta con el beneplácito del PP y el PSOE.

Tanto ERC como DiL reúnen en principio las condiciones para ser grupo, ya que han superado el listón del 15 por ciento en el conjunto de las cuatro circunscripciones catalanas en las que concurrieron en las elecciones del 20 de diciembre, a pesar de que en Barcelona quedaron por debajo de ese listón.

La constitución de los grupos no es un asunto baladí o únicamente de presencia mediática, ya que de ello también depende el reparto de subvenciones, despachos, asistentes y cupos de iniciativas y preguntas parlamentarias.

Al margen de la formación de los grupos que va a coincidir con la ronda de contactos del Rey con los diferentes partidos para la investidura del futuro presidente del Gobierno, la Mesa también podrá analizar esta semana un informe jurídico que aclare si se pueden ir tramitando las iniciativas que han ido registrando los grupos, incluso antes de la formación del nuevo Gobierno.

El Ejecutivo y el PP tienen serias dudas de que el Parlamento pueda legislar con un Gobierno en funciones, aunque el presidente del Congreso, Patxi López, es partidario de que la Cámara comience a trabajar cuanto antes, siempre y cuando sea con todas las garantías.

Algo en lo que coincide la vicepresidenta segunda de la Mesa, la también socialista Micaela Navarro, que ha garantizado que no se tramitará "nada" que no sea "impecable" desde el punto de vista jurídico.

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