Blanco rompió los pronósticos al desbancar a Jáuregui como portavoz, mientras que Camacho pasa a dirigir Interior

Zapatero realiza una remodelación moderada y a medida de Rubalcaba

Antonio Camacho, nuevo ministro de Interior (Foto: ARCHIVO.)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que el hasta ahora secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, será el nuevo ministro de Interior, mientras el titular de Fomento, José Blanco, ejercerá también de portavoz del Ejecutivo. Zapatero anunció además que las vicepresidencias de su Gobierno quedarán reducidas a dos, una para 'Asuntos Económicos', que mantendrá Elena Salgado, y otra para Política Territorial, la de Manuel Chaves. Aunque no hizo mención al orden de las vicepresidencias, sí explicó que en su ausencia será Elena Salgado quien presida el Consejo de Ministros.
El presidente comunicó los cambios al Rey el pasado miércoles, en su despacho ordinario -dos días antes de que Rubalcaba hiciese pública su renuncia-, según ha relatado él mismo. Rompiendo su costumbre de no desvelar con quién comenta las remodelaciones del Gobierno, Zapatero relató también que 'lógicamente' habló de los cambios con Rubalcaba, lo que confirmó la idea de que los cambios se concretaron con la vista puesta en las necesidades del candidato socialista a la presidencia.

Interrogado Zapatero sobre si de ahora en adelante compartirá o consultará con él las decisiones de Gobierno, Zapatero señaló que hay que 'tener claros los planos', porque Gobierno y partido trabajan en dos espacios 'nítidamente marcados'. 'El Gobierno gobierna y el candidato tiene la tarea de formular su proyecto para las elecciones', remachó.

En esa línea, y cuestionado por su opinión sobre el impuesto a la banca que propuso el candidato, Zapatero recordó que Rubalcaba lanzó esa iniciativa para el momento en que esté culminado el saneamiento del sector y, en todo caso, recordó que los partidos siempre hacen propuestas para el marco de la siguiente legislatura.


ADELANTO ELECTORAL

Sobre si esta remodelación moderada -como él mismo la definió- augura un adelanto electoral, Zapatero replicó que los cambios sólo indican que 'el Gobierno sigue trabajando a pleno rendimiento' y que tiene que trabajar 'pisando el acelerador' para cumplir las reformas pendientes. 'La gran prioridad del Gobierno de España es mantener la estabilidad, ganar la recuperación y crear empleo, ese triple objetivo es tan exigente que no debemos pensar en ninguna otra cuestión', concluyó.

Sobre la elección concreta de los nuevos cargos, dio dos razones para otorgar a Blanco la portavocía, que 'conoce bien la acción que el Gobierno está llevando adelante' y que tiene con él 'una confianza muy directa, trabada durante mucho tiempo', lo que 'facilita sin duda la tarea de ser portavoz'.

En cuanto a Camacho, destacó su 'dilatada trayectoria' como secretario de Estado de Seguridad -lo es desde 2004- en un Ministerio que ha 'cosechado grandes éxitos en la lucha antiterrorista. Camacho, resumió Zapatero, contribuyó a esos éxitos y conoce a fondo la seguridad. Zapatero no quiso hacer predicciones sobre si ETA puede hacer algún anuncio de calado en lo que reste la legislatura: 'No se puede ni se debe hacer vaticinios de lo que ETA va a hacer o pueda hacer, nosotros sabemos lo que s vamos a hacer, seguir persiguiendo a ETA con toda nuestra fuerza', recalcó.

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