Un 19% de los institutos gallegos supera los límites establecidos de concentración de gas radón

Un 19 por ciento de los institutos gallegos supera los límites de la Unión Europea de concentración de gas radón, un gas radiactivo de origen natural que procede del uranio presente en la corteza terrestre.
Un equipo del Laboratorio de Análisis de Radiaciones de la Universidade de Santiago (USC) realizó un estudio con mediciones en 58 institutos de Galicia, que representan el 22 por ciento del total que hay en la comunidad y que agrupan a unas 30.000 personas, entre alumnos, docentes y personal educativo.

Según los resultado obtenidos, el 59 por ciento de los centros está por debajo de los límites máximos permitidos, mientras que el 19 por ciento ‘excede en buena medida estos límites’.

‘Este porcentaje no es nada despreciable, ya que afecta a un número muy importante de personas que cada día se ven sometidas a esta contaminación radiactiva, que se suma a la que, de manera eventual, reciben durante el resto de sus actividades diarias’, manifestó la coordinadora del estudio, Dolores Cortina.

Los investigadores realizaron este estudio en ‘mayor profundidad’, según indicaron, en Santiago de Compostela, donde el potencial de exhalación de radón ‘es elevado’.

El trabajo se centró en siete institutos de la ciudad, que presenta un mayor porcentaje de centros educativos, entre el 25 y 30 por ciento de los institutos estudiados, con una concentración de radón que excede los límites recomendados por la Unión Europea.

El Laboratorio de Análisis de Radiaciones de la USC desarrolla un estudio para determinar la exposición a gas radón en los centros de secundaria en Galicia. Se trata de un proyecto financiado por el Plan galego de I+D+i. El gas es incoloro e inodoro, y sólo puede ser detectado haciendo mediciones.

RADIACTIVIDAD NATURAL

Cortina explicó que con el paso del tiempo el gas radón puede escapar del suelo para después transformarse también en otros elementos radiactivos. En estas cadenas de desintegración se emiten partículas ionizantes que constituyen el fenómeno que se conoce como ‘radiactividad natural’.

‘La presencia del radón en el aire libre es muy baja. El problema surge cuando se acumula en el interior de los edificios ya que, de no salir al exterior, puede generar un nivel de radiactividad importante’, explicó Cortina, que indicó que el principal foco de entrada del radón en las viviendas y en los edificios en general es el suelo --90 por ciento de los casos--.

Los expertos resaltan que la ‘buena práctica’ constructiva permite evitar la entrada del radón en los edificios de nueva construcción, mediante la propuesta soluciones arquitectónicas ‘sencillas’ y que ‘no encarezcan el precio final de las obras’.

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