En un comunicado con motivo de la Semana europea de la movilidad, Adega advirtió de que ‘ya basta de actos testimoniales’ y se preguntó ‘a qué esperan los responsables públicos para apostar por la bici’, a la que calificaron como una herramienta de transporte adecuada para las ciudades ‘por los grandes beneficios que ofrece en distintos campos’.
Así, recordaron que tiene una mínima contaminación atmosférica, de suelo y acústica; que ayuda a descongestionar las ciudades; que produce una mejora general de la salud de la población; que representa un medio de transporte barato; y que ‘libera gastos familiares o personales hasta ahora hipotecados en el coche’.
En esa misma línea, apuntaron que está demostrado que la bicicleta es el más rápido de los distintos modos de transporte para trayectos de menos de cinco kilómetros; así como que es posible transportar pequeñas cargas si se colocan alforjas laterales. Finalmente, consideraron que la falta de seguridad ‘es más una sensación psicológica que un dato objetivamente mayor que en el automóvil’.