El asesinato encargado por José Beladino Vázquez, natural de Rodeiro, ocurrió en Panamá en 1987

Condenado por ordenar a un sicario que matara a su padre

José Beladino Vázquez. (Foto: CRISTÓBAL GARCÍA)
El Tribunal Supremo confirmó la condena a 23 años de cárcel, cuatro meses y un día de prisión que impuso la Audiencia Nacional a un gallego, natural de la localidad pontevedresa de Guillar, en el municipio de Rodeiro, que contrató un sicario para acabar con la vida de su padre y apoderarse de su fortuna. La Sala de lo Penal desestimó el recurso interpuesto por José Beladino Vázquez contra la sentencia que dictó el pasado octubre la Audiencia Nacional por la que se le consideraba autor de un delito de parricidio con la agravante de alevosía y se le imponía la obligación de pagar una indemnización de 1.320.000 euros.
El alto tribunal considera acreditado que el acusado se reunió en 1986 en un local de alterne con personas de su confianza para que buscaran un sicario con el objetivo de matar a su padre, que entonces residía en Panamá. El 13 de febrero de 1987 un ciudadano colombiano se dirigió al distrito de Portobelo, donde se encontraba la casa de la víctima, a la que disparó con una escopeta, causándole lesiones que provocaron inmediatamente su fallecimiento. Tras ello, el acusado consiguió tener disposición de todas las sociedades y bienes de su padre, si bien no llegó a conseguir su propósito porque huyó a España cuando fue citado por la Justicia panameña como imputado por la muerte de su padre. En España fue detenido el 7 de enero de 2004, tras reclamar la justicia panameña su extradición, pero quedó en libertad al día siguiente tras pagar una fianza de 60.000 euros y depositar el pasaporte.

La sentencia dada a conocer ayer, de la que fue ponente el magistrado Alberto Jorge, desestima todos los motivos planteados por la defensa del recurrente, que atribuía a los militares del régimen del general Manuel Antonio Noriega la ejecución del asesinato. Se apoyaba en unos informes de la Asociación Americana de Derechos Humanos acerca de la vulneración sistemática de los derechos fundamentales en Panamá, la confiscación de bienes y las torturas generalizadas.

Los magistrados tienen en cuenta la prueba de cargo y las manifestaciones incriminatorias realizadas en el curso del proceso para llegar 'racionalmente' a la convicción de que el acusado ordenó el crimen. A su juicio, la imputación de los hechos a los militares del general Noriega es 'genérica e indeterminada' y carece de elementos de prueba que la apoyen con datos concretos que sirvan de base para sostenerla de una forma 'mínimamente' razonable.


RECLAMADO POR PANAMÁ

Sobre José Beladino Vázquez pesaba una requisitoria del Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial de Panamá, por ordenar el asesinato de su padre, Manuel Vázquez López, dueño del prostíbulo 'La Gruta Azul'. La Justicia panameña lo juzgó en 1996, y un jurado lo encontró culpable del crimen. Se le condenó a 20 años de prisión.

El asesinato se cometió el 13 de febrero de 1987 en Mechi, Portobelo, provincia de Colón. Según se detalló en el juicio, José Vásquez, contrató dos sicarios, entre ellos un colombiano (Jesús María Zuleta) y el militar panameño Jorge Eliécer Bernal, para matar a su padre y quedarse con una suculenta herencia. Como la Constitución española rechaza la extradición de sus nacionales, la Justicia panameña no pudo llevarle al país para que cumpliese la condena.

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