Condenan a doce años de prisión a un hombre por violar una prostituta tras amenazarla con un cuchillo

Un hombre residente en Marín fue condenado a 12 años de prisión por violar a una prostituta en su vehículo tras amenazarla con un cuchillo.
La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra consideró que Juan José R.C., nacido en Ferrol, violó a la mujer en noviembre de 2006, aunque el abogado de la defensa anunció que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo.

Según las conclusiones, una noche de noviembre de 2006 el hombre solicitó los servicios de una prostituta en la avenida Reina Victoria de Pontevedra y una vez en el interior del vehículo cerró las puertas para impedir que pudiera escapar y la llevó hasta una zona deshabitada donde abusó de ella amenazándola con un cuchillo y luego la llevó de nuevo al mismo lugar donde la había recogido.

Uno de los elementos claves de la inculpación fue la localización del arma blanca con la que amenazó a la víctima, que fue hallado posteriormente en el interior de su vehículo.

En la sentencia, el tribunal considera ‘veraz’ la declaración de la víctima, a pesar de que el acusado había declarado que la mujer ‘pretendía una revancha contra él y que todo era falso’.

El acusado reconoció que era un cliente habitual de esa zona de la ciudad y confesó conocer a la acusada, una amiga de su anterior pareja.

Dos testigos declararon en el juicio que vieron esa noche al coche del hombre y cómo depositaba en la avenida Reina Victoria a la víctima, que salió llorando del vehículo, aunque indicaron que no llegaron a reconocer al acusado en el interior del automóvil.

El hombre negó agresión alguna durante la vista oral y señaló que esa noche no salió de su casa, una versión que posteriormente fue corroborada por su pareja.

‘Recuerdo perfectamente que esa noche mi ex marido no salió de casa porque fue precisamente cuando le pedí el divorcio y me pasé la noche en vela. No le vi salir’, dijo la ex pareja.

El hombre dijo que conocía a la presunta víctima, que ‘era amiga de la madre de mi hija’ y subrayó que ‘ambas ejercían de prostitutas y tenían un piso en alquiler en Poio’.

El acusado dijo de la víctima que sabía de la existencia de la navaja y consideró que lo aprovechó para denunciarlo, y además acusó a su mujer de haber instigado esa farsa porque ‘porque sabe que yo conozco su secreto: que vive con un narcotraficante y que utilizan a mi hija para traer droga desde Marruecos’.

También aseguró que había solicitado los servicios de la víctima como prostituta en varias ocasiones y que ‘incluso le había propuesto un puesto de trabajo en el club que regentaba en Redondela’.

La fiscal, sin embargo, consideró que la declaración de la víctima es ‘verosímil’ frente a las ‘contradicciones’ del acusado en cada una de sus cinco declaraciones ‘tanto en el juicio como ante la Guardia Civil y el Juzgado’.

Concluyó que no ha quedado acreditado el móvil de venganza o el económico esgrimido por el acusado ‘porque la víctima ha rechazado la indemnización económica solicitada inicialmente’.

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