La Policía Nacional detuvo a un hombre de 36 años vecino de Ferrol (A Coruña), por haber colocado una cámara bajo la televisión del salón del domicilio en el que vive su expareja y la hija de ambos, con la intención, según aseguró, de vigilar la integridad de la niña.
Cuando la mujer localizó la cámara remota que estaba en su casa, y de la que desconocía la procedencia, se puso en contacto con la Policía Nacional. 'Tenía fundadas razones', según fuentes policiales, para pensar que el autor del supuesto espionaje podría ser su expareja, al que diversos testigos vieron merodear cerca de su domicilio, en Narón.
En la vivienda, los agentes constataron la existencia de la minicámara. La fuente de alimentación se había instalado en un desván al que se accede por las escaleras interiores del salón, y debajo de un felpudo, se había escondido un enchufe, que servía para conectarse al receptor de imágenes. Durante la investigación, los agentes comprobaron que el hombre había adquirido recientemente en internet una cámara de idénticas características a la que se encontró en el domicilio.
Tras ser detenido, alegó que había colocado la cámara para observar la 'integridad' de su hija. Quedó en libertad con cargos.
En la vivienda, los agentes constataron la existencia de la minicámara. La fuente de alimentación se había instalado en un desván al que se accede por las escaleras interiores del salón, y debajo de un felpudo, se había escondido un enchufe, que servía para conectarse al receptor de imágenes. Durante la investigación, los agentes comprobaron que el hombre había adquirido recientemente en internet una cámara de idénticas características a la que se encontró en el domicilio.
Tras ser detenido, alegó que había colocado la cámara para observar la 'integridad' de su hija. Quedó en libertad con cargos.
