Entregó a 'Paulina' como obsequio de Madrid en el Día de esa Comunidad en el Xacobeo

Esperanza Aguirre regala un águila real destinada al Xurés

Aguirre y Núñez observan el águila.
Esperanza Aguirre imprime su fuerte carácter a todo lo hace, dicen sus allegados y colaboradores. Ha vuelto a demostrarlo ayer en el Día de la Comunidad de Madrid en el Xacobeo, una celebración en la que ya la han precedido otros presidentes autonómicos. Llegada la hora del intercambio de obsequios institucionales, de su parte, nada de libros ni objetos decorativos: ella, un águila real viva, traída desde Madrid.
En un descampado al pie del camino de Santiago en Arzúa un todoterreno aguarda, con el ave enjaulada, a las autoridades gallegas y madrileñas para el acto de entrega. El presidente de la Xunta llega a la hora convenida, las 9.15 de la mañana, acompañado por el conselleiro de Medio Rural y el de Cultura y Turismo. 'Eu vou espertar aos meus para que vexan esto', advierte una vecina al observar el trajín de policías y coches oficiales. 'Eu ía traballar a Santiago, pero vou esperar', añade otra. Esperanza Aguirre no llega, y Alberto Núñez Feijóo mata la espera interesándose por el precio de la leche, con el conselleiro Samuel Juárez atento al diálogo. 'Vendemos o leite a 0.26 céntimos, antes foi a 0.19. Cantas máis vacas, máis perdas', se lamenta un ganadero con 40 cabezas lecheras. Mientras, ha vuelto la madre que iba a despertar al hijo, emigrante en Bilbao, pero sin el hijo. 'Vexo que ten unha bandeira de España colgada no balcón', señala Núñez Feijóo. Cosas de la selección. 'Si, pero en Bilbao puxo unha ikurriña', le aclara ella.

Al fin, media hora más tarde, llega Esperanza Aguirre, que saluda al vecindario. 'Estábaa esperando antes de sair coas vacas', la abraza la madre que tiene el hijo en Bilbao. Para la recepción del águila, Núñez Feijóo reparte pañuelos con el logo del Xacobeo. Han acompañado al ave desde Madrid dos técnicos del centro de cría y recuperación de fauna silvestre de la comunidad madrileña, en Majadahonda. Uno de ellos, Ernesto Álvarez Xusto (natural de Trives), la sujeta con cautela entre sus manos para hacer la presentación. Se trata de un pollo de dos meses y 3 kilos de peso que aún no puede volar, pero sí ya hacer daño, sobre todo con las garras. La consejera de medio ambiente madrileña anima a Núñez Feijóo a acariciar el plumaje: 'Consell.., president, tócala, mira que suave'. El president rechaza dos veces la invitación. '¿Cómo se llama el águila?', pregunta alguno. Como no tiene nombre, entre propuestas varias, los de la Xunta pretenden que se llame Xacobea, pero Aguirre dice que Paulina, y Paulina queda. ¿Por qué Paulina? Por el pulpo Paul, que pronosticó el Mundial para España. Con ironía, Aguirre advierte a Feijóo:'Esta es una seña de identidad de toda la Península y te la vamos a controlar desde Madrid'.

Eso sería posible porque Paulina lleva bajo el ala un dispositivo de GPS, con el que podrán seguir sus movimientos durante cuatro años. En su nuevo hábitat del parque natural Baixa Limia-Xurés coincidirá con otros cinco ejemplares jóvenes y tres adultos de águila real, una especie frecuente en esa sierra (y en O Inverdaoiro, Serra da Lastra y Pena Trevinca) hasta que desapareció de ella a mediados del siglo XX. Para reintroducirla, ahora la miman. Mientras no cace ella sola, a Paulina ya le han diseñado un menú que le servirán en su nuevo nido: ratas, pollos, codornices y...

Te puede interesar