El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entró en el debate de la apertura de las comunidades autónomas durante la Semana Santa con el fin de permitir la movilidad y de facilitar la entrada de “allegados”, un término ya empleado en las Navidades para que familiares y personas próximas pudieran desplazarse.
Feijóo, a preguntas de los informadores, se mostró cauto sobre esta posibilidad, pero no la descartó por completo. Señaló que a tres semanas vista es un período demasiado amplio para saber cómo va a reaccionar el virus en la Comunidad y que en todo caso habría que esperar hasta “siete o diez días para tomar la decisión definitiva”. Recordó que hace dos semanas el índice de contagios en Galicia estaba por encima de los 300 y que en la actualidad se situaba por debajo de 100.
El presidente de la Xunta explicó que la ministra de Sanidad contemplaba para las Comunidades autónomas “criterios más amplios” que los establecido hasta ahora en torno a la movilidad, pero que tienen que estar basados en la “responsabilidad” y que, desde luego, “no pueden ser tomados ahora”.
Feijóo se mostró partidario de alcanzar acuerdos en el seno del Consejo Interterritorial de Salud y aseguró que la clave no estaba en la Semana Santa, sino en “salvar vidas” y en que no se repitiese una cuarta ola.
