Las forenses desmienten al homicida de la calle Oporto

Las forenses que declararon ayer en el juicio que se sigue contra el acusado del doble crimen de la calle Oporto de Vigo han desmontado uno de los argumentos del autor confeso, Jacobo Piñeiro Rial, al considerar 'muy poco probable' que éste se hiriese en la mano en un forcejeo con una de las víctimas y que luego lograse asestarles 57 puñaladas.
Estas peritos han explicado que la herida que presentaba en la mano derecha dejó inutilizados dos dedos, al seccionarse los tendones flexores, por lo que perdería fuerza y capacidad de sujetar cualquier arma. Por ello, señalaron que Piñeiro tuvo que lesionarse en esa mano después de haber asestado las cuchilladas a Julio Anderson Luciano e Isaac Pérez Triviño, y no antes.

Esta explicación refuerza la hipótesis de las acusaciones, que mantienen que Piñeiro no inició el ataque en respuesta a una amenaza y para defenderse -en su declaración dijo que fue atacado por Anderson y que, en el forcejeo, logró arrebatarle el cuchillo-, sino que probablemente se hirió al resbalarle la mano cuando infligía alguna de las cuchilladas a sus víctimas.

El autor del doble crimen asestó a los dos jóvenes un total de 57 puñaladas con dos cuchillos diferentes, todas ellas mientras estaban con vida. Además, los cuerpos presentaban quemaduras 'post mortem', ya que el acusado prendió cinco focos de fuego para incendiar el piso, dos de estos focos sobre los propios cadáveres.


COCIENTE LÍMITE

Las forenses también confirmaron que el 'cociente intelectual límite' del acusado no le impide discernir lo que está bien de lo que está mal, y que, de hecho, es una persona 'autónoma' que 'es capaz de manejarse' sin problemas de adaptación.

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