España ha iniciado una transición demográfica que no había contemplado en el pasado. Si bien, la inmigración ha permitido rejuvenecer parcialmente la estructura de edades y recuperar mayores niveles de fecundidad, el aumento de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad ha superado todas las expectativas. Para el año 2025 la población española por encima de los 65 años habrá superado los 10 millones de habitantes, según los datos del Informe sobre Economía Familiar de Caixa Catalunya.
En el año 2025 Galicia habrá superado holgadamente los tres millones de habitantes con una población en torno a las 3.282.000 personas. Este incremento no será lineal en todas las capas de la población, sino que será más acusado en las franjas de mayor edad. Así consta en el Informe sobre Economía Familiar en España, de Caixa Catalunya, en el que se alerta sobre el fuerte envejecimiento poblacional y los retos que es necesario asumir para dar respuesta a esta nueva realidad.
Según los datos manejados en este estudio, Galicia será una de las dos comunidades a las que afectará en mayor medida este fenómeno del envejecimiento de su población, con una tasa del 22 por ciento. Sólo la comunidad castellano leonesa ofrece tasas superiores.
Tendencia al alza
En la actualidad, los datos muestran con obstinación el problema del envejecimiento, ya que la comunidad gallega tiene el tercer índice más elevado de población por encima de los 65 años (584.000 en la actualidad), sólo superado por Castilla y León y Asturias. Este grave desequilibrio tiende a aumentar con los años, ya que mientras el tramo de edades comprendidas entre los 0 y los 64 años crece a un ritmo del 0,8 por ciento anual, el de los mayores de 65 años lo hace a una media del 4,8 por ciento (en el 2025, Galicia contará con 700.000 personas en este tramo de edad).
El informe considera que tanto el Estado como las autonomías deben prepararse para la avalancha humana de este colectivo en los próximos años y la presión que ejercerá, por ejemplo, sobre el sistema nacional de salud. Una de las principales razones que explican este incremento está relacionado con el incremento de la esperanza de vida de los mayores, que ha pasado en la última década de los 74 a los 82 años.
Un dato especialmente relevante del informe es el que hace referencia al segmento de población de 85 años en adelante, que es el llamado índice de senectud. Atendiendo a este ratio, el territorio con índices más elevados es Castilla y León, donde hasta el 15,1 por ciento de sus habitantes se sitúa en las edades más avanzadas. Después se sitúan Navarra, con el 14,4%; Aragón, con el 14,2%, y Galicia y Cantabria, ambas comunidades con el 13,9%.
El progresivo aumento de la población con edad superior a los 65 años, y en especial, el incremento registrado en la franja de 85 años en adelante, ha generado unas necesidades en la sociedad española que el Estado no ha podido cubrir adecuadamente. Tan sólo la masiva llegada de población inmigrante ha permitido una atención a los mayores que las familias españolas no han podido dar en los últimos años. La progresiva incorporación de la mujer al trabajo ha obligado a muchas familias a buscar cuidadores para sus mayores, en su mayor parte inmigrantes.
PREVISIONES
El estado de bienestar, en peligro
Los autores del Informe sobre Economía Familiar de España consideran que es necesario dar un fuerte impulso a medidas como la Ley de Dependencia que tiene como principal objetivo ofrecer una respuesta a las necesidades de la población que precisa atención continuo y cuyas familias no están en disposición de dársela. La esperanza de vida sigue creciendo y amenaza con desbordar el estado del bienestar. Los autores de este estudio señalan que las previsiones se pueden desbordar y la esperanza de vida crecer por encima de las cifras estimadas, debido al avance de las posibilidades en el ámbito científico y sanitario, por lo que los autores del informe ven diseñar políticas dirigidas a gestionar este fenómeno en todos los ámbitos, económico, social y formativo.
Según los datos manejados en este estudio, Galicia será una de las dos comunidades a las que afectará en mayor medida este fenómeno del envejecimiento de su población, con una tasa del 22 por ciento. Sólo la comunidad castellano leonesa ofrece tasas superiores.
Tendencia al alza
En la actualidad, los datos muestran con obstinación el problema del envejecimiento, ya que la comunidad gallega tiene el tercer índice más elevado de población por encima de los 65 años (584.000 en la actualidad), sólo superado por Castilla y León y Asturias. Este grave desequilibrio tiende a aumentar con los años, ya que mientras el tramo de edades comprendidas entre los 0 y los 64 años crece a un ritmo del 0,8 por ciento anual, el de los mayores de 65 años lo hace a una media del 4,8 por ciento (en el 2025, Galicia contará con 700.000 personas en este tramo de edad).
El informe considera que tanto el Estado como las autonomías deben prepararse para la avalancha humana de este colectivo en los próximos años y la presión que ejercerá, por ejemplo, sobre el sistema nacional de salud. Una de las principales razones que explican este incremento está relacionado con el incremento de la esperanza de vida de los mayores, que ha pasado en la última década de los 74 a los 82 años.
Un dato especialmente relevante del informe es el que hace referencia al segmento de población de 85 años en adelante, que es el llamado índice de senectud. Atendiendo a este ratio, el territorio con índices más elevados es Castilla y León, donde hasta el 15,1 por ciento de sus habitantes se sitúa en las edades más avanzadas. Después se sitúan Navarra, con el 14,4%; Aragón, con el 14,2%, y Galicia y Cantabria, ambas comunidades con el 13,9%.
El progresivo aumento de la población con edad superior a los 65 años, y en especial, el incremento registrado en la franja de 85 años en adelante, ha generado unas necesidades en la sociedad española que el Estado no ha podido cubrir adecuadamente. Tan sólo la masiva llegada de población inmigrante ha permitido una atención a los mayores que las familias españolas no han podido dar en los últimos años. La progresiva incorporación de la mujer al trabajo ha obligado a muchas familias a buscar cuidadores para sus mayores, en su mayor parte inmigrantes.
PREVISIONES
El estado de bienestar, en peligro
Los autores del Informe sobre Economía Familiar de España consideran que es necesario dar un fuerte impulso a medidas como la Ley de Dependencia que tiene como principal objetivo ofrecer una respuesta a las necesidades de la población que precisa atención continuo y cuyas familias no están en disposición de dársela. La esperanza de vida sigue creciendo y amenaza con desbordar el estado del bienestar. Los autores de este estudio señalan que las previsiones se pueden desbordar y la esperanza de vida crecer por encima de las cifras estimadas, debido al avance de las posibilidades en el ámbito científico y sanitario, por lo que los autores del informe ven diseñar políticas dirigidas a gestionar este fenómeno en todos los ámbitos, económico, social y formativo.
