'Reformar la administración para ganar en capacidad de respuesta y efectividad y facilitar su contacto con los ciudadanos, eliminando burocracia evitable'. El duodécimo punto del 'Contrato con Galicia' firmado por Feijóo antes de las elecciones de marzo de 2009 estaba cargado de inconcreción sobre la reforma de la administración y así ha sucedido durante esa legislatura.
Numerosas planes anunciados por el bien del ahorro, acuerdos con diputaciones sin fijar partidas presupuestarias, proyectos de fusión de municipios inconclusos, áreas metropolitanas que no acaban de arrancar y, al final, será el Gobierno central en que acometa la reforma local sin consultar con la Xunta de Galicia, hecho por el que tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia, han mostrado su malestar estos días.
Con el análisis del duodécimo, La Región continúa el balance del grado de cumplimiento del 'contrato', siguiendo la invitación cursada en aquel momento por el líder del PP. Si se da por bueno los comunicados de prensa de la Xunta, la reducción administrativa es considerable, sin embargo, tanto el PSdeG como el BNG, denuncian que el Gobierno de Feijóo mantiene '150 asesores nombrados a dedo y, al menos, medio centenar son del presidente'.
En sede parlamentaria, el presidente de la Xunta llegó a decir el pasado mes de abril que su Gobierno tenía previsto suprimir 73 chiringuitos, Alfonso Rueda bajó la cifra a 70, aunque luego la rebajó a 48 y a 42. El Consello de la Xunta anunció a bombo y platillo el 22 de abril de 2010 el primer Plan de racionalización dos organismos dependentes do Goberno galego, 'que situou a Galicia á cabeza das comunidades Autónomas ao adoptar un proceso integral de adelgazamento da Administración paralela. El Ejecutivo asegura que está inmerso en una reducción del 50% de la administración 'para conseguir un ahorro de 100 millones de euros por período'.
Sin embargo, en el documento del plan de estabilidad que el Gobierno central presentó a la Unión Europea a finales del pasado mes de abril aparece que la reducción prevista por parte del Gobierno de Feijóo 'es de 46 y que a finales mes del mes de abril la reducción efectiva realizada era de 8'.
Las cifras bailan según quien las maneje, algo que no parece serio ni creíble. Entes que se dan por desmantelados como Sodeco luego reciben subvenciones. Lo único que sí parece completamente seguro es que Feijóo va a reducir el número de parlamentarios justo cuando emboca el final de la legislatura.
Pasarán de 75 a 61 y la merma de 14 diputados va a favorecer al PP por el reparto electoral y el ahorro no superará el millón de euros, aunque los partidos minoritarios lo tendrán más difícil para que su voz se escuche en la Cámara gallega. Feijóo invoca al sentir de la ciudadanía, PSOE y BNG denuncia 'cacicada y pucherazo electoral'. Los votos darán o quitarán razones al presidente.
Con el análisis del duodécimo, La Región continúa el balance del grado de cumplimiento del 'contrato', siguiendo la invitación cursada en aquel momento por el líder del PP. Si se da por bueno los comunicados de prensa de la Xunta, la reducción administrativa es considerable, sin embargo, tanto el PSdeG como el BNG, denuncian que el Gobierno de Feijóo mantiene '150 asesores nombrados a dedo y, al menos, medio centenar son del presidente'.
En sede parlamentaria, el presidente de la Xunta llegó a decir el pasado mes de abril que su Gobierno tenía previsto suprimir 73 chiringuitos, Alfonso Rueda bajó la cifra a 70, aunque luego la rebajó a 48 y a 42. El Consello de la Xunta anunció a bombo y platillo el 22 de abril de 2010 el primer Plan de racionalización dos organismos dependentes do Goberno galego, 'que situou a Galicia á cabeza das comunidades Autónomas ao adoptar un proceso integral de adelgazamento da Administración paralela. El Ejecutivo asegura que está inmerso en una reducción del 50% de la administración 'para conseguir un ahorro de 100 millones de euros por período'.
Sin embargo, en el documento del plan de estabilidad que el Gobierno central presentó a la Unión Europea a finales del pasado mes de abril aparece que la reducción prevista por parte del Gobierno de Feijóo 'es de 46 y que a finales mes del mes de abril la reducción efectiva realizada era de 8'.
Las cifras bailan según quien las maneje, algo que no parece serio ni creíble. Entes que se dan por desmantelados como Sodeco luego reciben subvenciones. Lo único que sí parece completamente seguro es que Feijóo va a reducir el número de parlamentarios justo cuando emboca el final de la legislatura.
Pasarán de 75 a 61 y la merma de 14 diputados va a favorecer al PP por el reparto electoral y el ahorro no superará el millón de euros, aunque los partidos minoritarios lo tendrán más difícil para que su voz se escuche en la Cámara gallega. Feijóo invoca al sentir de la ciudadanía, PSOE y BNG denuncia 'cacicada y pucherazo electoral'. Los votos darán o quitarán razones al presidente.
