El candidato de Alternativa pola Unidade --lista que impulsa al Consello Nacional la UPG junto con independientes--, Guillerme Vázquez, ofreció de nuevo diálogo a las otras dos principales opciones que concurrirán al Consello Nacional. Así, apostó por el debate de ideas y sin muchas tensiones, puesto que el BNG tiene que existir después de la asamblea extraordinaria del 10 de mayo.
En rueda de prensa en Santiago de Compostela, Guillerme Vázquez entendió que uno no habla si no quieren dos, pero reiteró la necesidad de que los tres principales grupos que concurrirán en la asamblea deberán dialogar para que salga un BNG más unido. El momento concreto en que se haga, ya se verá, aseveró, y apuntó que hay un tiempo suficiente hasta el mes de mayo.
A este respecto, el cabeza visible de ApU (que obtuvo en torno al 46 por ciento de los delegados de la asamblea) bromeó con que algún café habrá, pero rechazó --siguiendo con esta expresión distendida- hablar de los cafés que ya se tomaron.
Vázquez se posicionó así después de que los cabezas visibles de las otras dos opciones, Carlos Aymerich (Máis BNG, que consiguió más del 36 por ciento de delegados) y Xosé Manuel Beiras (Encontro Irmandiño, corriente promotora de las Listas Abertas que alcanzaron entre el 15 y el 18 por ciento de representantes), manifestasen en los últimos días que habrá que someter las tres candidaturas a votación en la asamblea para la elección del Consello Nacional.
ESCENARIO, LA ASAMBLEA
Con todo, ni Aymerich ni Beiras se cerraron a que, una vez realizado este sufragio, los colectivos abran conversaciones para acordar una Executiva plural (que se escoge en una segunda votación entre los primeros 50 miembros del Consello).
El candidato de ApU, que estuvo acompañado por la diputada Ana Pontón (UPG) y Rosana Pérez, reflexionó acerca de que el escenario donde seguirá el futuro es la asamblea nacional, a la que propuso llegar sin tensión y con diálogo. Además, llamó a no poner en cuestión los resultados que se dieron en las comarcales.
Invito al debate y al diálogo a todos sin exclusiones, reiteró y avisó: todos somos BNG y debemos seguir siéndolo después del 10 de mayo. A este respecto, certificó que si se llega a un acuerdo en lo fundamental, seguro que se encontrará también en la fórmula para llevarlo a cabo.
PORTAVOCIA NACIONAL Y PARLAMENTARIA
Tal y como expresan las tesis que propugna Alternativa pola Unidade para esta asamblea, Guillerme Vázquez insistió hoy en que defenderá hasta el final la incompatibilidad de acumular cargos en el Bloque, es decir, de asumir la Portavocía Nacional al tiempo que se ostenta la parlamentaria.
Sin embargo, explicó que no es irrenunciable en el sentido de que si la inmensa mayoría de la asamblea considera que es otra la postura que hay que adoptar (aunar ambas portavocías en una persona como defiende Aymerich), él mismo la aceptará. Pero yo no hago lo contrario de lo que digo, afirmó.
Acerca de si teme un pacto entre las otras dos opciones que deje fuera a la alternativa que defiende, Vázquez apeló a la legitimidad de que eso ocurra, pero entendió que no se deben desconsiderar las ideas que ApU defiende, puesto que están avaladas por mucha gente en las asambleas comarcales.
En este sentido, incidió en que el BNG debe cambiar de rumbo porque es lo que pidió la sociedad y la militancia. Sigo pensando que es más lo que nos une que lo que nos separa, recalcó para subrayar el proceso tranquilo, democrático y transparente.
TRANSPARENCIA Y CRITICAS
La transparencia que reseñó se contrapone con los obstáculos del aparato que ayer denunció Xosé Manuel Beiras, en relación a supuestos impedimentos de la UPG y 'quintanistas' para acceder a información de los militantes.
Sobre este asunto y las críticas de Beiras al funcionamiento interno de la organización en los últimos años, Vázquez rechazó hacer comentarios y se limitó a asumir todo lo que hizo el BNG antes, independientemente de que le gustase más o menos, e insistió en que ahora propone un cambio, entre el que se encuentra mayor coordinación entre las bases y la organización.
Durante su intervención, Guillerme Vázquez destacó el grandísimo interés que despertó este proceso en la militancia y en los simpatizantes del BNG, e insistió en que su propuesta ha entendido el mensaje de la sociedad y el de la militancia.
A este respecto, el cabeza visible de ApU (que obtuvo en torno al 46 por ciento de los delegados de la asamblea) bromeó con que algún café habrá, pero rechazó --siguiendo con esta expresión distendida- hablar de los cafés que ya se tomaron.
Vázquez se posicionó así después de que los cabezas visibles de las otras dos opciones, Carlos Aymerich (Máis BNG, que consiguió más del 36 por ciento de delegados) y Xosé Manuel Beiras (Encontro Irmandiño, corriente promotora de las Listas Abertas que alcanzaron entre el 15 y el 18 por ciento de representantes), manifestasen en los últimos días que habrá que someter las tres candidaturas a votación en la asamblea para la elección del Consello Nacional.
ESCENARIO, LA ASAMBLEA
Con todo, ni Aymerich ni Beiras se cerraron a que, una vez realizado este sufragio, los colectivos abran conversaciones para acordar una Executiva plural (que se escoge en una segunda votación entre los primeros 50 miembros del Consello).
El candidato de ApU, que estuvo acompañado por la diputada Ana Pontón (UPG) y Rosana Pérez, reflexionó acerca de que el escenario donde seguirá el futuro es la asamblea nacional, a la que propuso llegar sin tensión y con diálogo. Además, llamó a no poner en cuestión los resultados que se dieron en las comarcales.
Invito al debate y al diálogo a todos sin exclusiones, reiteró y avisó: todos somos BNG y debemos seguir siéndolo después del 10 de mayo. A este respecto, certificó que si se llega a un acuerdo en lo fundamental, seguro que se encontrará también en la fórmula para llevarlo a cabo.
PORTAVOCIA NACIONAL Y PARLAMENTARIA
Tal y como expresan las tesis que propugna Alternativa pola Unidade para esta asamblea, Guillerme Vázquez insistió hoy en que defenderá hasta el final la incompatibilidad de acumular cargos en el Bloque, es decir, de asumir la Portavocía Nacional al tiempo que se ostenta la parlamentaria.
Sin embargo, explicó que no es irrenunciable en el sentido de que si la inmensa mayoría de la asamblea considera que es otra la postura que hay que adoptar (aunar ambas portavocías en una persona como defiende Aymerich), él mismo la aceptará. Pero yo no hago lo contrario de lo que digo, afirmó.
Acerca de si teme un pacto entre las otras dos opciones que deje fuera a la alternativa que defiende, Vázquez apeló a la legitimidad de que eso ocurra, pero entendió que no se deben desconsiderar las ideas que ApU defiende, puesto que están avaladas por mucha gente en las asambleas comarcales.
En este sentido, incidió en que el BNG debe cambiar de rumbo porque es lo que pidió la sociedad y la militancia. Sigo pensando que es más lo que nos une que lo que nos separa, recalcó para subrayar el proceso tranquilo, democrático y transparente.
TRANSPARENCIA Y CRITICAS
La transparencia que reseñó se contrapone con los obstáculos del aparato que ayer denunció Xosé Manuel Beiras, en relación a supuestos impedimentos de la UPG y 'quintanistas' para acceder a información de los militantes.
Sobre este asunto y las críticas de Beiras al funcionamiento interno de la organización en los últimos años, Vázquez rechazó hacer comentarios y se limitó a asumir todo lo que hizo el BNG antes, independientemente de que le gustase más o menos, e insistió en que ahora propone un cambio, entre el que se encuentra mayor coordinación entre las bases y la organización.
Durante su intervención, Guillerme Vázquez destacó el grandísimo interés que despertó este proceso en la militancia y en los simpatizantes del BNG, e insistió en que su propuesta ha entendido el mensaje de la sociedad y el de la militancia.