ENTREVISTA

Fernández Albor: “Hoy veo que hay más deseo de poder que de colaborar por el bien común"

GRA180. MONDARIZ, 24/11/2012.- El expresidente gallego Gerardo Fernández Albor durante su intervención en el homenaje que ha recibido hoy en Modariz. EFE/Salvador Sas
photo_camera Gerardo Fernández Albor. (EFE)

Personalidad enciclopédica, fue aviador, se doctoró en Medicina, presidió la Xunta y se convirtió en pieza clave en la reunificación alemana. A un paso de los 98 años, continúa atesorando una lucidez pasmosa

Gerardo Fernández Albor es una personalidad enciclopédica. Fue aviador, se doctoró en Medicina en Salamanca, fundó la clínica La Rosaleda, presidió la Xunta de Galicia, su retrato cuelga del Bundestag por ser pieza clave en la reunificación alemana durante su etapa como eurodiputado y a un paso de los 98 años, continúa atesorando una lucidez pasmosa. El Parlamento de Galicia acaba de publicar un libro con sus discursos.

¿Sigue diciendo que para llegar con tanta lozanía a los 97 años la receta es no enfadarse nunca o hay algún truco más?
También es fundamental no pararse, seguir leyendo, trabajando y preocupándote por lo que sucede.

¿Ve excesivo el actual grado de crispación política?
El grado de crispación política es muy malo porque no resuelve nada. Aquí al lado los portugueses, y los europeos en general, entienden la política no como una actividad de tener enemigos, sino para colaborar todos. Aquí vemos que los socialistas no colaboran seriamente y se unen a separatistas y a lo que sea con tal de que no gobernemos nosotros. Y mientras no nos pongamos de acuerdo los socialistas y nosotros, nunca saldremos de esta situación.

Con este grado de crispación, en caso de que los políticos lleguen a viejos, al menos todos calvos...
(Se ríe) Conviene que lleguen a viejos, que tengan experiencia y que sepan que en política hay que ser buenos y colaborar. No hay que tener enemigos, sino adversarios políticos.

El Parlamento de Galicia acaba de publicar un libro con sus discursos. ¿Por qué no ha escrito sus memorias?
Porque creo que no vale la pena. Soy muy modesto y no creo que haya hecho nada más que trabajar y obedecer a Piñeiro cuando me pidió que la derecha galleguista debía ir al Parlamento. Él venía de la cárcel y era un hombre al que no se le podía desobedecer. Y por eso participé en política, no porque yo quisiera ni porque crea que soy un hombre importante.

Menciona a otro gigante de la política gallega como Ramón Piñeiro. ¿Cree que la oratoria de los políticos de ahora es inferior?
No sé si la oratoria es inferior o superior, los sentimientos son inferiores porque tienen más ambición que la que tenía Piñeiro. Después de hacer la labor de irse con los socialistas y mandarme a mí que fuese con la derecha, se fue para su casa. Tuvo que volver cuando lo hicimos presidente del Consello da Cultura Galega y siguió trabajando por Galicia toda su vida. A él le escuché una frase en una cena en casa del doctor López Nogueira y que fue mi modelo político: "Nosotros somos gallegos por nación, españoles por historia y europeos por cultura". Yo soy eso, gallego, español y europeo. También trabajé por Europa al igual que trabajé por Galicia y por España.

De todas esas grandes personalidades que ha conocido, ¿quién le ha impresionado más?
De todos esos grandes hombres quizá el que más me impresionó fue Ramón Piñeiro.

¿Era más fácil gobernar antes o ahora?
Era más fácil gobernar antes porque todos tenían el deseo de colaborar para instaurar la democracia en España y hoy veo que tienen más deseos de poder que de trabajar de la mano por el bien común de Galicia, España y Europa.

Usted fue aviador, médico de prestigio, fundador de la clínica La Rosaleda, político, intelectual... ¿De qué tarea se siente más orgulloso o no se puede querer más a mamá que a papá?
Quizá de lo que me sienta más orgulloso es de haber trabajado por mi tierra, por Galicia.

Fue presidente de la Xunta entre el 1982 y 1987. ¿Se arrepiente de haberse apartado cuando Fraga le pidió paso para presentarse él ?
Lo que sucedió en la Xunta fue que unos señores traidores, por el afán de llegar a la presidencia, me hicieron aquella moción de censura injusta. No tenía ningún sentido y al final no consiguieron lo que querían. El país los ha olvidado y en cambio, no olvida a los que no tenemos ambiciones.

¿Se agarran más ahora los políticos al cargo?
Pues creo que sí quieren agarrarse más. Antes luchábamos por unas ideas que era hacer la democracia y ahora luchan por el poder.

Ha recibido la Gran Cruz de Isabel la Católica, su retrato cuelga del Bundestag por ser pieza clave como eurodiputado en la reunificación alemana, su trabajo también ha sido reconocido en América Latina... ¿De qué distinción se siente más orgulloso?
Quizá de la Gran Cruz de Isabel la Católica. La de Alemania y la de otros países son importantes, pero la de Isabel la Católica... Con su marido, no hay que olvidarse que son primos y medio gallegos, porque pertenecen a los Trastámara, son los fundadores de la unidad de España cuando conquistan Granada. Por eso Manuel Machado le llama a Galicia "la España madre de la España entera". La gente no sabe que los Trastámara es una casa de origen gallego. La importancia de Galicia es impresionante porque un gallego (Cristóbal Colón) también descubrió América. Por eso decidió que la tierra a la que llegó se llamase San Salvador, que es una parroquia de Poio. En su ruta todos los nombres que iba poniendo era gallegos. El primero que atravesó el Atlántico fue otro gallego, RamónFranco , en el vuelo del Plus Ultra, de manera que nosotros fuimos los primeros por mar y por aire y de todo esto que hemos hecho los gallegos la gente no se entera. Pero hay que seguir trabajando para que sepan la importancia de Galicia.

Usted trabajó por la reunificación alemana, ¿cree que está siendo generosa con la situación en Grecia?

Sí, está siendo generosa con Grecia y con todos. Esa broma de que Alemania manda... Alemania se ha sacrificado para estar donde está y ha luchado para que no le echen la culpa de que todos son como Hitler. Cualquier pueblo dominado por un dictador tiene cosas que olvidar.

¿Cree que el futuro de la Unión Europea correría peligro si Grecia saliese del euro?
No. El futuro de la Unión Europea no corre peligro porque se hace democráticamente. Manda igual un pueblo pequeño que Alemania o Francia y todos tienen que ponerse de acuerdo para que nos entendamos. Siempre digo que Napoleón, que era un dictador, si hubiese ganado en Waterloo, la Unión Europea sería más fácil porque sólo habría que arreglar la dictadura para pasar a la democracia. Nuestro futuro también es ponernos de acuerdo con EE. UU. para que la democracia sea defendida, porque es más fácil deshacer todo lo que se ha conseguido que construirlo.

¿Cree que Podemos podría ser un peligro como advierte Mariano Rajoy?
Si deriva en una dictadura sí. El peligro siempre es que dejen de ser demócratas los partidos y Podemos puede ser demócrata o puede no serlo. Si es demócrata no importa. Lo único que le falta es la experiencia de gobierno porque no sabemos todavía qué querrá hacer, pero hay que tener esperanzas en que todos luchen por la democracia y por la libertad.

¿Le ha sorprendido la irrupción de las Mareas y o de los movimientos ciudadanos en el gobierno de los concellos tras las últimas elecciones municipales?

Es que ni sé qué son las Mareas ni los nuevos partidos. No tengo ni idea. Esperemos a ver qué hacen en los ayuntamientos y si se dedican a luchar por la libertad o a imponerse dictatorialmente, que eso es lo peligroso.

¿Cree que Martiño Noriega, el alcalde de Santiago, se equivoca al no asistir a la ofrenda al Apóstol?

Completamente. La ofrenda es una tradición que no se puede perder por la importancia del Apóstol. Y si Martiño Noriega es galleguista, como proclama, que lea a Castelao y lo que dice del Apóstol Santiago en su 'Alba de Gloria'. La importancia de tener aquí enterrado al Apóstol es fundamental. Con Pedro, que está en Roma, es el único discípulo de Cristo que está enterrado en un pueblo de Europa. No se le da importancia a esto y hay más de 200 ciudades con el nombre de Santiago. Ninguna en el mundo tiene tantos nombres como Santiago.

¿Le entristece escuchar a su apreciado Xosé Manuel Beiras descalificando al presidente Feijóo en el Parlamento gallego con comentarios inapropiados en la institución que representa a todos los gallegos?

Yo no puedo hablar mal de Beiras. Ya era amigo de los padres cuando él era un chiquillo y siempre lo quise. Nunca me olvidaré de que en la moción de censura se abstuvo y no cayó en censurarme ni en echarme del poder. De manera que para mí Beiras es un rapaz al que quiero y no lo puedo criticar de ninguna manera.

¿Cómo ve usted el futuro de los socialistas gallegos? 

Le veo futuro si son como muchos socialistas que conozco, a los que considero unos demócratas espléndidos. Pero si uno habla de otros socialistas, empezando por el fundador Pablo Iglesias, no tienen de demócratas nada y hasta llegaban a justificar el atentado personal.

Habló antes de la necesidad de un entendimiento entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez...

Para mí sería lo deseable que se uniesen el centro derecha y el centro izquierda, fundamentalmente para tener dos grandes partidos históricos que siempre han gobernado y nos han dado estos años de progreso desde la Constitución de 1978. Nunca España ha tenido tanta democracia en su historia ni tanto progreso ni tanta justicia.

¿Tiene el pálpito de que Mariano Rajoy va repetir como presidente del Gobierno?
Yo no sé si será presidente pero, en lo poco que pueda hacer, lucharé para que lo sea porque a Sánchez lo encuentro con mucha ambición y tiene tiempo de llegar a serlo más adelante.

¿A Alberto Núñez Feijóo lo sigue situando en Galicia o cree que llegará a dar el salto a Madrid?

Mientras esté Rajoy no irá. El día que Mariano se retire lucharé para que vaya a Madrid, aunque tenemos que encontrar a una persona en Galicia que pueda sustituir a Feijóo. Nos olvidamos de que tener un gallego en la presidencia del Gobierno es fundamental para Galicia.

Nunca ha querido ajustar cuentas en sus declaraciones por la moción de censura que promocionó José Luis Barreiro cuando era su vicepresidente en la Xunta de Galicia. ¿Por qué?

Porque yo prefiero olvidar más que nada. Y con Barreiro ya no quiero tener dificultad alguna. Sólo quiero pensar en lo bueno de Barreiro.

¿Me dirá en esta ocasión algo que no haya contado antes, como habíamos convenido en la última entrevista antes de que recibiese la Gran Cruz de Isabel la Católica?

(Se ríe) No sé si lo habré hecho ya. Usted me ha tirado de la lengua muy bien, me ha hecho hablar y no sé si me arrepentiré de haber sido tan sincero.  

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