Las últimas declaraciones programadas para ayer por el juez que investiga el accidente ferroviario del 24 de julio en Santiago buscan dilucidar la importancia de la llamada telefónica en la que participaron el interventor y maquinista, único imputado por el siniestro.
De hecho, entre los que acudieron ayer al juzgado compostelano estaba el operario de Renfe que viajaba como pasajero junto al interventor, si bien no se encontraba en su jornada laboral. De la comparecencia en el juzgado de este trabajador de Renfe se trata de obtener información acerca de las circunstancias de la llamada telefónica, que produjo apenas dos minutos antes de que se siniestrase el tren, en la parroquia de Angrois.
Además, también acudió a los juzgados el vigilante de seguridad que iba a bordo del tren y que, a la salida de los juzgados, sólo dijo que se encontraba 'bien' físicamente, pero 'no' anímicamente. Como consecuencia del siniestro, sufrió una brecha en la cabeza y, según relataron compañeros de la vigilancia privada que se concentraron hace unos días en Santiago, 'fue el primero que llamó al centro de control de Renfe'.
La declaración más larga de la mañana, sobre hora y media, fue la del maquinista que había realizado el trayecto anterior al del conductor que llevaba el convoy cuando se produjo el accidente, entre Madrid y Ourense. Llegó a lo largo de la mañana a los juzgados compostelanos y salió sobre las 14.30 horas, tras prestar testimonio.
Las declaraciones de los testigos del accidente concluyeron ayer, en principio, hasta septiembre.
El número de particulares, familiares de víctimas mortales o heridos, personados en la causa se eleva ya a 28. De ellos, 11 se corresponden con allegados de fallecidos y los 17 restantes con lesionados. Además de estas partes, que pueden ejercer acciones civiles y penales al estar personadas, hay al menos cinco denunciantes, que pueden ejercer acciones civiles. Todas ellas se suman a las dos aseguradoras personadas en la causa y a las compañías Renfe y Adif.
Además, también acudió a los juzgados el vigilante de seguridad que iba a bordo del tren y que, a la salida de los juzgados, sólo dijo que se encontraba 'bien' físicamente, pero 'no' anímicamente. Como consecuencia del siniestro, sufrió una brecha en la cabeza y, según relataron compañeros de la vigilancia privada que se concentraron hace unos días en Santiago, 'fue el primero que llamó al centro de control de Renfe'.
La declaración más larga de la mañana, sobre hora y media, fue la del maquinista que había realizado el trayecto anterior al del conductor que llevaba el convoy cuando se produjo el accidente, entre Madrid y Ourense. Llegó a lo largo de la mañana a los juzgados compostelanos y salió sobre las 14.30 horas, tras prestar testimonio.
Las declaraciones de los testigos del accidente concluyeron ayer, en principio, hasta septiembre.
El número de particulares, familiares de víctimas mortales o heridos, personados en la causa se eleva ya a 28. De ellos, 11 se corresponden con allegados de fallecidos y los 17 restantes con lesionados. Además de estas partes, que pueden ejercer acciones civiles y penales al estar personadas, hay al menos cinco denunciantes, que pueden ejercer acciones civiles. Todas ellas se suman a las dos aseguradoras personadas en la causa y a las compañías Renfe y Adif.
