Un hombre de 74 años, Víctor Hermida Purriños, y su hijo, Eulogio Hermida Rodríguez, de 51, perdieron la vida en la madrugada de ayer en su domicilio de la localidad de Xermade (Lugo) durante un asalto a su casa 'muy violento y con bastante ensañamiento', según manifestaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia. En el asalto también resultó herida la esposa y madre de las víctimas y, aunque se encuentra grave, no se teme por su vida.
El crimen ocurrió de madrugada, en torno a las seis de la mañana, en una vivienda unifamiliar de la parroquia de Santa Eulalia de Burgás, en el lugar de Casas Novas dentro en el municipio lucense de Xermade, a medio camino entre las localidades de As Pontes y Vilalba.
Según relató el alcalde de Xermade, Tomás Rodríguez Arias, fue un amigo de la familia el que descubrió los dos cadáveres -el padre y el hijo- y a la mujer herida a media mañana cuando se presentó en la casa de visita. El mismo vecino fue quien dio el aviso a los servicios de emergencia, que recibieron una llamada a las 11,23 horas.
El cadáver del septuagenario fue hallado en el suelo de la cocina y el cuerpo del hijo estaba tumbado en la habitación, según indicaron fuentes de la investigación, que añadieron que fueron varios, en un número todavía sin determinar, los encapuchados que se presentaron en la casa cubiertos con pasamontañas mientras la familia dormía.
'Fue violento, con bastante ensañamiento y mucha sangre', apuntaron las fuentes, que no precisaron el tipo de arma empleada para perpetrar las muertes. Al menos uno de los perros de la familia también fue encontrado muerto en la vivienda.
GOLPES Y CORTES
La mujer, Domitila Rodríguez Souto, de 77 años, está herida de gravedad aunque su vida no corre peligro, precisó el regidor. Fue trasladada a mediodía en ambulancia al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo, donde permanece ingresada 'con golpes, magulladuras y cortes en la cabeza y el cuello'.
Efectivos de la Policía Científica, la Guardia Civil y los forenses se trasladaron hasta la vivienda, una modesta casa de dos plantas con varios anexos. Los agentes, ataviados con buzos blancos, tomaron muestras dentro y fuera de la casa para reunir pruebas que permitan esclarecer un doble crimen muy sanguinario y sin un móvil todavía claro.
La juez de la localidad lucense de Vilalba encargada de la instrucción del caso también se desplazó, acompañada por miembros de al comisión judicial, hasta la casa de Burgás para ordenar el levantamiento de los dos cadáveres.
El regidor de Xermade reclamó que se deje trabajar a la Guardia Civil sin especular sobre las causas. El suceso generó expectación en este pequeño municipio rural de 2.170 habitantes y varios familiares y vecinos de todas las edades se acercaron a lo largo de la jornada de ayer hasta las inmediaciones de la vivienda donde habitaba el septuagenario jubilado, junto a su mujer e hijo. De éste último, algunos vecinos expresaron dudas sobre su forma de vida y sus 'raras compañías'.
UN ROBO O UN AJUSTE DE CUENTAS, LAS HIPÓTESIS ABIERTAS
La septuagenaria herida en Xermade (Lugo), cuyo marido e hijo fueron hallados muertos en su vivienda, declaró en el hospital que fueron víctimas de un 'robo' cometido por 'más de una persona', e indicó que fueron atados. El cadáver del septuagenario fue hallado en la parte superior de la vivienda y el del hijo en la zona inferior, al igual que la mujer herida, que tuvo que ser intervenida por un hundimiento de cráneo.
Además, Domitila Rodríguez Souto, de 77 años de edad, presenta diversos cortes en la barbilla y en las piernas, que sospechan que fueron provocados con un machete, según fuentes de la investigación, que añadieron que el fallecimiento del padre y del hijo se produjo sobre las once de la noche del martes y se baraja la hipótesis de que a la mujer se la dejó con vida al estar inconsciente. Pese a que la mujer apuntó un robo como móvil del crimen, la Guardia Civil no descarta otras hipótesis en la línea de investigación que sigue, como que pudiera deberse a un ajuste de cuentas.
Según relató el alcalde de Xermade, Tomás Rodríguez Arias, fue un amigo de la familia el que descubrió los dos cadáveres -el padre y el hijo- y a la mujer herida a media mañana cuando se presentó en la casa de visita. El mismo vecino fue quien dio el aviso a los servicios de emergencia, que recibieron una llamada a las 11,23 horas.
El cadáver del septuagenario fue hallado en el suelo de la cocina y el cuerpo del hijo estaba tumbado en la habitación, según indicaron fuentes de la investigación, que añadieron que fueron varios, en un número todavía sin determinar, los encapuchados que se presentaron en la casa cubiertos con pasamontañas mientras la familia dormía.
'Fue violento, con bastante ensañamiento y mucha sangre', apuntaron las fuentes, que no precisaron el tipo de arma empleada para perpetrar las muertes. Al menos uno de los perros de la familia también fue encontrado muerto en la vivienda.
GOLPES Y CORTES
La mujer, Domitila Rodríguez Souto, de 77 años, está herida de gravedad aunque su vida no corre peligro, precisó el regidor. Fue trasladada a mediodía en ambulancia al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo, donde permanece ingresada 'con golpes, magulladuras y cortes en la cabeza y el cuello'.
Efectivos de la Policía Científica, la Guardia Civil y los forenses se trasladaron hasta la vivienda, una modesta casa de dos plantas con varios anexos. Los agentes, ataviados con buzos blancos, tomaron muestras dentro y fuera de la casa para reunir pruebas que permitan esclarecer un doble crimen muy sanguinario y sin un móvil todavía claro.
La juez de la localidad lucense de Vilalba encargada de la instrucción del caso también se desplazó, acompañada por miembros de al comisión judicial, hasta la casa de Burgás para ordenar el levantamiento de los dos cadáveres.
El regidor de Xermade reclamó que se deje trabajar a la Guardia Civil sin especular sobre las causas. El suceso generó expectación en este pequeño municipio rural de 2.170 habitantes y varios familiares y vecinos de todas las edades se acercaron a lo largo de la jornada de ayer hasta las inmediaciones de la vivienda donde habitaba el septuagenario jubilado, junto a su mujer e hijo. De éste último, algunos vecinos expresaron dudas sobre su forma de vida y sus 'raras compañías'.
UN ROBO O UN AJUSTE DE CUENTAS, LAS HIPÓTESIS ABIERTAS
La septuagenaria herida en Xermade (Lugo), cuyo marido e hijo fueron hallados muertos en su vivienda, declaró en el hospital que fueron víctimas de un 'robo' cometido por 'más de una persona', e indicó que fueron atados. El cadáver del septuagenario fue hallado en la parte superior de la vivienda y el del hijo en la zona inferior, al igual que la mujer herida, que tuvo que ser intervenida por un hundimiento de cráneo.
Además, Domitila Rodríguez Souto, de 77 años de edad, presenta diversos cortes en la barbilla y en las piernas, que sospechan que fueron provocados con un machete, según fuentes de la investigación, que añadieron que el fallecimiento del padre y del hijo se produjo sobre las once de la noche del martes y se baraja la hipótesis de que a la mujer se la dejó con vida al estar inconsciente. Pese a que la mujer apuntó un robo como móvil del crimen, la Guardia Civil no descarta otras hipótesis en la línea de investigación que sigue, como que pudiera deberse a un ajuste de cuentas.
