La mujer que atropelló mortalmente a un niño de cinco años en O Grove ya había causado otros accidentes

Un testigo ocular del accidente que en la tarde del jueves acabó con la vida de un niño de cinco años en la localidad pontevedresa de O Grove confirmó ayer que todo se debió a ‘una terrible fatalidad’, y que la mujer ya había causado otros siniestros.
La conductora del vehículo que atropelló el jueves a un niño de cinco años, que resultó muerto, en la localidad pontevedresa de O Grove, estaba en tratamiento por una alteración en el sistema nervioso y había causado otros accidentes, informaron fuentes municipales. La mujer, de 63 años, ya había caído en una ocasión al volante de su vehículo a una zona de mar en la isla de A Toxa, aunque en ese momento la marea estaba baja, y otra vez arrastró con su coche varias mesas de la terraza de un bar, lo que llevó a sus familiares a retirarle las llaves para evitar que condujera.

El jueves, al incorporarse a la vía después de salir de una zona de aparcamiento, arrolló a varias personas, entre ellas un niño que murió a consecuencia de las heridas. La víctima mortal era hijo de un matrimonio originario de Argentina residente en O Grove desde hace dos años.

En el momento del accidente el niño, que había salido de la escuela e iba acompañado de una empleada de hogar, que también resultó herida, se dirigía a reunirse con sus otros dos hermanos en un colegio cercano. Un testigo del accidente, Carlos Alvarez Guillán, ex presidente de la asociación de empresarios Engroves, afirmó que ‘vio cómo el coche iba hacia la acera, la conductora perdió el control y dejó el volante, estaba muy nerviosa, el niño quedó de pie’.

Añadió que posteriormente abrazó al menor y ‘le pregunté si le dolía algo y me dijo balbuceando ‘aquí’ tocándose la barriga; de pronto se acurrucó, la cara se le puso blanca y ahí pensé que se acababa todo’. Pese a que ‘aparentemente estaba muerto’, llamó al 091 y ‘a los cinco minutos’ se personaron la Policía Local y Protección Civil, y certificó que las asistencias ‘intentaron por todos los medios reanimarlo, pero ya no había nada que hacer’.

Alvarez Guillán indicó que le consta que ‘la señora lo está pasando muy mal’, pero opinó que ‘no se puede conducir en esas condiciones, lleva tiempo con una depresión y ya en casa le sacaron las llaves para que no coja el coche’.


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