En unos meses deberá someterse a otro examen, las primarias para la presidencia de la Xunta

Pachi Vázquez se deshace de tutelas y revalida el control

Imagen general de la celebración del congreso del PSdeG.
El éxito de este licenciado en Medicina, pero político de profesión, en el XII Congreso del PSdeG fue doble.
Y es que no sólo logró mantener la dirección del partido que asumió hace casi tres años, con el apoyo de más del 53% de los delegados, sino que este resultado le permite deshacerse de las tutelas que siempre han planeado sobre sus decisiones. Lograr el respaldo de la mayoría de los compromisarios en este cónclave supone para este ourensano de 57 años que fue 'casi todo' en política, dotarse de autoridad para ejercer su liderazgo y para situar a sus más fieles en un equipo de dirección en el que de antemano advirtió de que no tolerará la deslealtad.

Además, su promesa en esta campaña de construir el partido 'de abajo a arriba', le ha ayudado a desembarazarse del sambenito de candidato oficial con que se alzó secretario general en 2009, sobre todo, por contraposición con su oponente, Elena Espinosa, que se presentó flanqueada por los principales pesos políticos e institucionales del PSdeG.

Precisamente, en su última intervención como candidato ante el congreso, ya dejó claro que liderará un partido 'sin ningún tipo de tutela'. 'No quiero un proyecto con liderazgos paternalistas que me vengan a decir lo que tengo que hacer', sentenció Vázquez, en presencia del exvicesecretario general del PSOE José Blanco.

De la trayectoria de este animal político, que siempre dijo que no dejaría la vida pública hasta su muerte, cabe reseñar sus inicios en el CDS y su llegada al Parlamento gallego con un escaño socialista en 1993. Cambió el Pazo do Hórreo dos años más tarde por la alcaldía de su villa natal, que mantuvo 10 años, hasta que, en 2005, fue llamado por Emilio Pérez Touriño para ocupar la Consellería de Medio Ambiente durante la etapa del bipartito. También ejerció la portavocía socialista en la Diputación de Ourense, donde bregó en la oposición con el barón del PP José Luis Baltar.


ACUMULACIÓN DE CARGOS

Su firmeza en defensa de la máxima de la que hizo bandera en el congreso extraordinario de Pontevedra para evitar la acumulación de cargos le valió no pocos enfrentamientos dentro de sus filas, si bien desde su entorno juzgan que el cumplimiento de una norma que 'siempre' figuró en los estatutos del partido es lo que le granjeó el apoyo de las bases. La decisión con la que aplicó este principio y que rige su modo de actuar es una de las características que destacan de él sus más próximos, junto con su 'vehemencia' y su facilidad para conectar con la gente. Otro de los aspectos que ponen en valor de Pachi Vázquez es que aúna experiencia institucional y orgánica.

De hecho, se encargó de la coordinación del socialismo ourensano antes de la existencia de las estructuras provinciales que él mismo puso en marcha en un momento en que el partido se encontraba dividido y consiguió unir a las filas.

Tras superar esta reválida, el de O Carballiño tendrá que someterse pronto a un nuevo examen: el de las primarias que prometió convocar para elegir al candidato a la Presidencia de la Xunta que considere idóneo en unas elecciones autonómicas que, en principio, se celebrarán dentro de un año.

En unos meses tendrá que decidir entre su ambición por convertirse en el sexto presidente de la Xunta, y plantar cara a Alberto Núñez Feijóo poniendo en riesgo el puesto ahora logrado en caso de no alcanzar Monte Pío, o limitarse a mantener las riendas del PSdeG dejando que otros den la batalla y recojan los frutos de la labor de oposición que ha realizado desde abril de 2009.

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