Aymerich pide al PSdeG que ‘no tenga la tentación’ de adelantar las elecciones para ‘evitar’ la reforma del sufragio en la diáspora

PSOE y BNG rechazan que Touriño explique en agosto las medidas ante la crisis y que se debata sobre el voto emigrante

Rego, Aymerich y Ruiz-Rivas, durante una reunión. (Foto: Archivo )
PSOE y BNG unieron sus votos en la Diputación Permanente para rechazar la petición del PP de celebrar un pleno extraordinario en agosto para que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, explicase las medidas de su Gobierno ante la crisis económica y para aprobar una iniciativa sobre la reforma del voto en la emigración.
A pesar de ello, socialistas y nacionalistas escenificaron sus diferencias, sobre todo en el posicionamiento de ambas formaciones sobre hasta dónde extender el derecho del voto de la emigración y la voluntad de que los residentes en el exterior emitan sus sufragios con garantías antes de las elecciones autonómicas.

En el debate sobre la situación económica, el portavoz del PP, Manuel Ruiz Rivas, pidió al Gobierno autonómico que deje de ‘especular con la crisis’ y solicitó que Touriño, antes de ‘tomarse unas merecidas vacaciones, trabaje en la Cámara y explique lo que está haciendo y qué está cambiando en los presupuestos para adaptarlos a una realidad diferente a la que concibió en otoño’.

Por su parte, el portavoz del PSOE, Ismael Rego, admitió que Galicia ‘también tiene dificultades, pero se mueve un poco mejor que su entorno’ gracias al cambio de modelo económico impulsado por el Gobierno desde al año 2005, además de recordar que Touriño comparecerá en el Parlamento cuando se reabra el período de sesiones, tras las vacaciones de verano.

Carlos Aymerich, portavoz nacionalista, se refirió a que el BNG ‘dijo y dice que hay crisis’, que atribuyó ‘a un modelo neoliberal’, por lo que apostó por aprovechar ‘las ventajas competitivas de Galicia’, convencido de que ‘hay un Gobierno que está trabajando para que las consecuencias de las crisis sean menores’.

Por otra parte, socialistas y nacionalistas también rechazaron la petición del PP de debatir una proposición no de ley en pleno para reclamar al Gobierno central que ‘asuma como propio’ el proyecto de ley pactado en la Cámara autonómica para modificar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg), remitida ya al Congreso.

DIFERENCIAS ENTRE PSOE Y BNG

A pesar de ello, Carlos Aymerich e Ismael Rego escenificaron sus diferencias sobre el voto de los residentes en la diáspora; y el portavoz nacionalista incluso advirtió de que ‘espera que no se tenga la tentación de adelantar’ los comicios autonómicos -previstos para 2009para ‘evitar’ esta reforma, además de reiterar que el Bloque no está a favor de que voten emigrantes a partir de la segunda generación.

Por su parte, el portavoz socialista se mostró contrario a limitar la participación de los gallegos en el exterior, pero coincidió con el nacionalista en que hay que garantizar la limpieza del proceso. ‘Y si es para las autonómicas, mejor’, dijo. Además, replicó al portavoz del BNG que el presidente de la Xunta convocará las elecciones en función ‘de los intereses de Galicia y de los gallegos’.

Rego y Aymerich acusaron a Ruiz Rivas de intentar ‘romper el consenso’ alcanzado en esta cuestión y el portavoz nacionalista le recriminó que este debate no sirvió para unir, sino más bien para lo contrario.

Por ello, anunció que el BNG solicitará la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso con el objetivo de que se cree una subcomisión para abordar esta reforma, pues, citando a Castelao, dijo que los nacionalistas ‘no tienen fe ni confianza’ en las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sobre las mejoras que se pretenden introducir para garantizar la limpieza del voto emigrante.

Manuel Ruiz Rivas rechazó que el PP intentase romper ‘un consenso histórico’ y se preguntó qué problema había en ‘ir un poco más allᒠy pedir que el Gobierno central ‘asumiese como propia’ la propuesta del Parlamento gallego.

El portavoz 'popular' incluso admitió que no haría falta un pleno extraordinario y que se podría firmar una declaración entre los tres grupos y remitirla a Madrid, opción que no barajaron socialistas y nacionalistas.

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