Los nacionalistas señalan que no auparán a un imputado, como es el alcalde de Becerreá, mientras que los socialistas se marcan como objetivo lograr "un gobierno progresista"
A falta de poco más de medio día para que se elija el presidente de la Diputación de Lugo, las cúpulas del PSdeG y el BNG han retomado unas negociaciones que habían quedado en suspenso por la falta de acuerdo.
Y, si los nacionalistas se mantienen firmes en que no auparán a una persona imputada para el cargo, como es el caso del alcalde de Becerreá, los socialistas gallegos se marcan como objetivo prioritario que "un gobierno progresista" dé continuidad a la labor llevada a cabo por su jefe de filas, José Ramón Gómez Besteiro, desde la institución provincial.
En este escenario, fuentes de ambas formaciones han indicado a Europa Press que "hasta el último momento" no se sabrá qué ocurrirá en el pleno de la Diputación lucense, pues los contactos y las conversaciones prosiguen esta noche y en las horas previas a la sesión, convocada a las 12,00 horas.
Falta por ver qué posición toma el regidor de Becerreá, Manuel Martínez, quien ha dejado claro en los últimos días que él "no" es Orozco y que cumple los estatutos del PSOE, que no le obligan a dejar el cargo por una imputación, como pretende el Bloque. Sin embargo, la contundencia de su posición no es compartida por toda la organización y no faltan voces que adviertan que lo más importante es facilitar "gobiernos de izquierdas" donde sea posible.
Sin embargo, los nacionalistas gallegos se fijan como línea roja apoyar a un cargo público imputado y, a pesar de su "oposición diametral" al PP, se votarán a sí mismos en el pleno si el candidato socialista es Martínez, aunque eso suponga dejar la Diputación en manos de los populares.
OTROS DESACUERDOS
Pese a la importancia que concede la formación frentista a la imputación de los políticos, no es éste el único desacuerdo que mantiene con el PSdeG.
Las discrepancias entre ambas fuerzas también residen en el papel que confieren a las diputaciones provinciales, pues el BNG pretende "adelgazarlas" a través de la transferencia de buena parte de sus competencias a la Xunta y los ayuntamientos y el PSdeG defiende la gestión que se puede hacer desde estas instituciones.
Sea como sea, lo que ocurra en el pleno del miércoles en la Diputación de Lugo marcará también la pauta para la investidura de las otras dos en las que el PP no tiene mayoría absoluta, A Coruña y Pontevedra, que no se constituirán hasta julio al estar pendientes de recurso varios ayuntamientos.
