El juicio contra J.A.R. acusado de provocar hasta tres incendios forestales en el verano de 2006 y de poner en peligro la vida de seres humanos fue suspendido temporalmente ante la incomparecencia del testigo principal, y la defensa ve en el procesado un 'cabeza de turco'. El fiscal solicita para este vecino de Santiago 45 años de prisión, 15 por cada uno de los fuegos de los que se le considera responsable, y que se registraron a finales de julio y principios de agosto del mencionado año en el entorno del barrio de San Lourenzo.
J.A.R., que llegó a estar en prisión más de 15 días en 2006, sólo contestó ayer a las preguntas de su letrado, para negar que fuese él el causante y desvelar que por esa zona paseaba con frecuencia con sus perros. Su abogado, Jesús Alonso Álvarez, aseguró ayer que su cliente es un 'cabeza de turco', porque 'no hay pruebas ni testigos'.
Así lo indicó Alonso Álvarez en una conversación telefónica posterior a la celebración de la vista oral contra su patrocinado, en los juzgados de la capital gallega, y que fue aplazada al 8 de febrero por la incomparecencia de un testigo clave. El imputado 'no tiene nada que ver con los incendios', señaló el letrado, quien opinó que su detención durante dos semanas en el verano de 2006 fue consecuencia de la 'presión social' para que las autoridades actuaran, después de una ola de incendios registrada en diversos puntos del territorio gallego, especialmente en zonas próximas a viviendas.
'Nadie lo vio plantar fuego', dijo el letrado del presunto pirómano, e insistió en que 'no hay razón para celebrar este juicio' porque 'no se puede acusar a una persona sin pruebas'.
Así lo indicó Alonso Álvarez en una conversación telefónica posterior a la celebración de la vista oral contra su patrocinado, en los juzgados de la capital gallega, y que fue aplazada al 8 de febrero por la incomparecencia de un testigo clave. El imputado 'no tiene nada que ver con los incendios', señaló el letrado, quien opinó que su detención durante dos semanas en el verano de 2006 fue consecuencia de la 'presión social' para que las autoridades actuaran, después de una ola de incendios registrada en diversos puntos del territorio gallego, especialmente en zonas próximas a viviendas.
'Nadie lo vio plantar fuego', dijo el letrado del presunto pirómano, e insistió en que 'no hay razón para celebrar este juicio' porque 'no se puede acusar a una persona sin pruebas'.
