Un vecino de la zona dice que habló con un desconocido que vio una moto salir del lugar ‘a gran velocidad’

Vecinos del lugar donde estalló el artefacto dicen que había un ‘olor fuerte a pólvora’ y restos de una olla

Vecinos del lugar donde se registró hoy la explosión de un artefacto en el municipio coruñés de Miño destacaron que en la nave comercial afectada ‘había un olor muy fuerte a pólvora’ y restos de una olla a presión en la carretera.
Así, en declaraciones Televisión, Enrique Fernández, que reside justo enfrente de la caseta comercial de la urbanización 'Costa de Miño', en construcción en la zona costera de Perbes, en Miño, explicó que escuchó la explosión de madrugada y la caída de cascotes encima de su tejado.

Tras los hechos, este vecino salió a la calle ‘en pijama y bata’ y fue a mirar a la nave situada enfrente. ‘Pensé que estaría alguien dentro trabajando y que había explotado una bombona, pero había un olor muy intenso a pólvora y mucho humo’, destacó y añadió que salió corriendo tras oír ‘cuatro golpes’ cuando se encontraba en el interior de la caseta.

‘Una vez fuera vi al guardia jurado y detrás iba un señor corriendo’, señaló y puntualizó que no conocía al hombre, que desapareció, pero apuntó que éste ‘comentaba que había visto una moto saliendo a gran velocidad’. Fernández manifestó que, posteriormente, llegaron a la zona más vecinos y ‘uno que es bombero’ llamó a emergencias.

Asimismo, otro vecino de la zona, Carlos González, cuya vivienda apenas sufrió daños, comentó que sintió un impacto ‘muy grande’ sobre las 4.40 horas, por lo que salió de casa y entró en la nave afectada y ‘al ver que no había nadie’, abandonó el lugar.

‘Había una humareda enorme y un olor a pólvora muy fuerte’, subrayó y apuntó que el artefacto que estalló debía estar colocado en una olla a presión porque ‘se encontraron trozos en la carretera’.

ANTECEDENTES.

La madrugada del pasado 14 de diciembre, la Guardia Civil detuvo en la localidad coruñesa de Portosín a dos jóvenes que viajaban en un coche en el que llevaban un artefacto de ‘bastante potencia’ y a primeras horas de esa misma mañana arrestó a un tercer joven que era el dueño del vehículo.

Todos ellos fueron vinculados al movimiento independentista radical y fuentes de la investigación alertaron de que el artefacto que portaban suponía ‘un salto cualitativo’ de la actividad del movimiento independentista en Galicia porque era ‘de una importante potencia y tenía un dispositivo temporizador’ y creen que iba a ser colocado en una inmobiliaria de ese municipio ubicada en las inmediaciones donde fue intervenido el coche.

Asimismo, el pasado 16 de noviembre, un artefacto hizo explosión en una inmobiliaria ubicada en el barrio de O Forte, en el municipio pontevedrés de Cangas, sin que se produjesen víctimas, aunque sí cuantiosos daños materiales. La autoría de esta acción no fue reivindicada y aunque la línea de investigación que más peso cobró apuntaba al grupo independentista Resistencia Galega, no llegó a descartarse totalmente que se tratase de una venganza personal.

Ese fue el segundo artefacto explosivo que se registró en el municipio de Cangas, después de que el pasado 9 de mayo, artificieros de la Guardia Civil realizasen una detonación controlada de un explosivo hallado dentro de una olla exprés colocada en una construcción de la parroquia de Darbo.

En aquella ocasión, junto a la olla exprés que contenía un artefacto casero se encontró una nota que reivindicaba la autoría del grupo independentista Resistencia Galega, que a finales del mes de marzo ya habían utilizado un método similar en otra obra en construcción en la parroquia de A Ramallosa, en el municipio pontevedrés de Nigrán.

Posteriormente, el pasado 25 de septiembre, explotó en Mugardos (A Coruña), a unos 600 metros de Reganosa, otro artefacto con pólvora de feria que destrozó un contenedor y causó daños a dos viviendas situadas en el lugar de Os Novás, en la parroquia de Mehá.

La colocación de este artefacto fue reivindicada posteriormente por un comunicado anónimo escrito en gallego lusista y en el que se encuadraba esta acción ‘en las movilizaciones populares de protesta’ contra la ubicación de la planta de gas en el interior de la ría de Ferrol y amenazaba con nuevas acciones contra las instalaciones, los grupos económicos y entidades que conforman su accionariado y sus responsables, entre los que aludía con nombres y apellidos a 12 directivos de la empresa y altos cargos de la Administración relacionados.

Además, el 15 de mayo del año pasado los artificieros del Tedax localizaron un artefacto explosivo en el exterior de una nave industrial perteneciente a la empresa Construcciones Mon, ubicada en el polígono de O Ceao, en Lugo, y en dos periódicos se recibieron sendos correos electrónicos con la frase ‘Contra la destrucción, resistencia generalizada’ en gallego-lusista.

También en la madrugada del 18 de mayo pasado, las obras del AVE a su paso por Santiago de Compostela sufrieron un sabotaje para intentar inutilizar una grúa en la zona de Santa Lucía, que resultó dañada por el fuego. En el lugar se encontró propaganda de Resistencia Galega.

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