Afirman que el órgano de seguridad asumiría la coordinación de los controles y favorecería el aprovechamiento de recursos

Los veterinarios reclaman una agencia alimentaria

Los alimentos, desde su origen hasta el consumidor, están sometidos a controles que garantizan su salubridad. Los encargados de realizar los análisis en la cadena alimenticia son los veterinarios adscritos a cuatro consellerías diferentes. Llevan meses reclamando la unificación de competencias y la creación de una Axencia Galega de Seguridade Alimentaria, como las existentes en otras comunidades, para ganar eficacia y evitar problemas de coordinación entre departamentos.
Al coger una bandeja de pechugas de pollo, y antes de echarla en el carro de la compra, la vista sólo va al precio y, en algunos casos, al peso; el resto de la información que aparece en la etiqueta pasa desapercibida para la mayoría de los consumidores. Y lo mismo ocurre con el pescado, los yogures, la leche, la fruta y el resto de los productos que componen la cesta de la compra.

Esa confianza en los controles de seguridad está justificada; hay controles en las granjas, piscifactorías, mataderos, procesos de etiquetaje y centros de distribución. En los últimos años se han intensificado los esfuerzos en trazabilidad, el seguimiento detallado de los productos comestibles. ‘Cuando echamos un filete a la pancha podemos saber donde nació la ternera de la que procede, qué alimentación recibió, en qué matadero fue sacrificada y cuanto tiempo lleva la carne en la tienda’.

Los garantes de ese control en las diferentes fases son los veterinarios, que en Galicia están adscritos a cuatro consellerías diferentes: Medio Rural, Sanidade, Medio Ambiente y Pesca. Son más de seiscientos profesionales que en los últimos años han venido alertando de los peligros de esa dispersión de competencias en la cadena de seguridad.

‘Consideramos necesaria la creación de una Axencia Galega de Seguridade Agroalimentaria que asuma la coordinación de los controles y actúe conforme a criterios de rentabilidad y eficacia’, indica Uxío Rei Fernández, presidente del Consello Galego de Colexios Veterinarios. ‘No hay que introducir mejoras importantes en los servicios ni multiplicar los recursos, es cuestión de organización y operatividad. Las cuatro consellerías implicadas aseguran estar coordinadas, pero los profesionales se encuentran en su trabajo diario situaciones que se podrían evitar con un modelo organizativo unitario’.

Informatización

La solución, según los veterinarios, pasa por la creación de una entidad científico-técnica, ‘no política’, semejante a las agencias de seguridad que ya existen en Cataluña, País Vasco, Valencia, Murcia y Aragón. La constitución de este organismo contribuiría a la informatización del registro de controles y a la unificación de las bases de datos que manejan los profesionales.

‘La agencia garantizaría una mayor coordinación y favorecería la optimización de recursos técnicos y humanos’, indica Rubén Gómez, veterinario del matadero de A Estrada (Pontevedra). ‘Es necesario avanzar en la especificación de funciones. Hay casos en los que los profesionales que trabajamos en mataderos no tenemos claro si debemos realizar los controles los que dependemos de Sanidade o si es competencia de los de Medio Rural’.

El Consello Galego de Colexios de Veterinarios trasladó estas demandas a las consellerías implicadas en el mes de febrero, pero no ha habido respuesta. Ante la pasividad del gobierno gallego, el presidente del Consello presentó hace tres meses en el registro del Parlamento de Galicia unos escritos dirigidos a los tres grupos parlamentarios para que promuevan la constitución de la agencia. ‘Dos de los grupos se han limitado a confirmar que han recibido nuestra demanda. Si no recibimos una respuesta en forma de ley, habrá que estudiar otras fórmulas’, indica Uxío Rei.

Riesgos

Los profesionales alertan de los riesgos de la globalización y la irrupción de países emergentes en el sector alimentario. ‘En economías que no son muy fuertes, los controles sanitarios también pueden ser menos fuertes. Hay países asiáticos, por ejemplo, que pueden enviar hacia Europa comida que no se ha sometido a controles tan estrictos como los que se realizan aquí’, advierte el presidente del Consello Galego de Veterinarios.

La infravaloración de la producción agroganadera también puede llevar a los propietarios de las explotaciones a buscar alimentos más baratos para los animales. Esa pérdida de calidad de los piensos o granos puede trasladarse a los productos comercializados para humanos, burlando las inspecciones veterinarias y los mecanismos de vigilancia. ‘Por eso es tan importante la actuación coordinada y la unificación de competencias’, apunta Rubén Gómez. Si hubiese una situación de alerta, la descoordinación podría hacernos perder un tiempo valioso.

Te puede interesar