En plena campaña de recortes de todo tipo para afrontar la crisis económica e intentar recortar el déficit de las administraciones públicas, la Xunta incrementará este año su desembolso en el Pazo de Meirás, enclavado en el término municipal coruñes de Sada, y propiedad de la familia Franco.
El secretario xeral técnico de Cultura, Jesús Oitavén, justificó el gasto de 21.200 euros que el Ejecutivo gallego asume, según señaló, en el marco del convenio con la familia Franco en 2012 para la apertura al público del pazo, porque existe la posibilidad de que sea 'blanco de actos violentos o molestos'. Lo dijo en respuesta a una pregunta de la diputada del PSdeG Concepción Burgo en comisión parlamentaria, donde precisó que, de esta cantidad, unos 8.835 euros se corresponden con el coste de la seguridad y el resto con el mantenimiento de un guía, una programación 'didáctica' y un régimen de concertación de visitas.
Burgo cuestionó el contenido de dichas programaciones y calificó de 'inasumible e inaceptable' lo que a su juicio constituye un 'trato de favor' del Gobierno gallego a los Franco, pues esta familia tiene por ley 'la obligación' de abrir las puertas a los visitantes, pero 'lo que asume la consellería no es ninguna obligación'. Así, criticó que, mientras el departamento autonómico reduce 'todas las ayudas, todos los gastos, el convenio con los Franco crece', al pasar de los 18.000 euros en 2011 a los 21.200 euros de este ejercicio.
CRUCE DE REPROCHES
El alto cargo de Cultura afirmó que el propietario de un Bien de Interés Cultural (BIC) tiene la obligación de abrirlo al público pero no de establecer un programa de visitas. Asimismo, se refirióa la 'hipótesis' aludida por el Supremo, relativa a posibles actos 'violentos o molestos', en sus palabras. Estos actos, según constató, son 'eventuales, pueden suceder' en Meirás.
En este sentido, en contra del rechazo a la gestión de Cultura manifestado por Concepción Burgo, Oitavén defendió que 'se está actuando con responsabilidad' y negó 'ningún trato de favor' ni 'ninguna transferencia a la familia Franco'. La seguridad costeada por la Administración autonómica es 'para el inmueble y para los visitantes, no para la familia Franco', argumentó.
Incidió, asimismo, en que 'la única realidad' es que 'fue este Gobierno' el que abrió 'por primera vez' al público el Pazo de Meirás, después de que Burgo acusase a los populares de 'sumisión' y advirtiese que su actitud con este tema 'dice mucho' de su 'ideología'y tiene un 'significado político'.
La parlamentaria socialista vio 'muy triste' que un Ejecutivo 'se pliegue' ante las peticiones de al familia, lo que ejemplificó con lo que ocurrió en el pasado mes de agosto, cuando el pazo cerró al público coincidiendo con las vacaciones de verano. Oitavén replicó que los cuatro turnos normales de visitas al mes -los viernes, entre 11,00 y 18,00 horas- se 'reforzaron' para 'compensar' este hecho en los meses de septiembre y julio de 2011, habilitando programas los jueves, un total de '33' visitas más.
Burgo cuestionó el contenido de dichas programaciones y calificó de 'inasumible e inaceptable' lo que a su juicio constituye un 'trato de favor' del Gobierno gallego a los Franco, pues esta familia tiene por ley 'la obligación' de abrir las puertas a los visitantes, pero 'lo que asume la consellería no es ninguna obligación'. Así, criticó que, mientras el departamento autonómico reduce 'todas las ayudas, todos los gastos, el convenio con los Franco crece', al pasar de los 18.000 euros en 2011 a los 21.200 euros de este ejercicio.
CRUCE DE REPROCHES
El alto cargo de Cultura afirmó que el propietario de un Bien de Interés Cultural (BIC) tiene la obligación de abrirlo al público pero no de establecer un programa de visitas. Asimismo, se refirióa la 'hipótesis' aludida por el Supremo, relativa a posibles actos 'violentos o molestos', en sus palabras. Estos actos, según constató, son 'eventuales, pueden suceder' en Meirás.
En este sentido, en contra del rechazo a la gestión de Cultura manifestado por Concepción Burgo, Oitavén defendió que 'se está actuando con responsabilidad' y negó 'ningún trato de favor' ni 'ninguna transferencia a la familia Franco'. La seguridad costeada por la Administración autonómica es 'para el inmueble y para los visitantes, no para la familia Franco', argumentó.
Incidió, asimismo, en que 'la única realidad' es que 'fue este Gobierno' el que abrió 'por primera vez' al público el Pazo de Meirás, después de que Burgo acusase a los populares de 'sumisión' y advirtiese que su actitud con este tema 'dice mucho' de su 'ideología'y tiene un 'significado político'.
La parlamentaria socialista vio 'muy triste' que un Ejecutivo 'se pliegue' ante las peticiones de al familia, lo que ejemplificó con lo que ocurrió en el pasado mes de agosto, cuando el pazo cerró al público coincidiendo con las vacaciones de verano. Oitavén replicó que los cuatro turnos normales de visitas al mes -los viernes, entre 11,00 y 18,00 horas- se 'reforzaron' para 'compensar' este hecho en los meses de septiembre y julio de 2011, habilitando programas los jueves, un total de '33' visitas más.
