Los acusados de la planta de Brenntag en Caldas dicen que se respetaron los protocolos de seguridad

La Xunta reclama 10 millones por el vertido tóxico del Umia

Los tres acusados por la imprudencia en la planta química, en el banquillo del juzgado. (Foto: SALVADOR SAS)
Los tres empleados de la planta de Brenntag en Caldas de Reis acusados por el caso del vertido contaminante al río Umia en septiembre de 2006 se declararon no culpables y aludieron a altos índices de mortandad de peces antes de que una mancha química tiñera el agua de un color azul verdoso intenso.
En el inicio de la vista oral en el Juzgado de lo Penal de Pontevedra, los operarios E.E.P. y J.M.M.P. y la consejera de seguridad de la empresa alemana, B.G.V., ratificaron que se cumplieron todos los protocolos y no hubo negligencia en la descarga de tolueno de un camión cisterna a un depósito. En el transcurso de esa maniobra se produjo una deflagración que dio lugar a varias explosiones y a un incendio en la planta química y un posterior vertido al río de tolueno, material altamente contaminante empleado en la elaboración de poliuretano, medicamentos, colorantes y detergentes.

El fiscal pide para los acusados cuatro meses y 15 días de cárcel por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por omisión e imprudencia grave al no conectar los operarios unas pinzas metálicas desde el contenedor a una toma de tierra para evitar la generación de una chispa, extremo que estos han negado, y por no supervisar la operación la consejera de seguridad.

Asimismo, el fiscal solicita indemnizaciones para Brenntag por valor de 10 millones de euros, 9,6 reclamados por la Xunta por costes de actuación para apagar el incendio y contener el vertido; por daños ecológicos y por las obras de emergencia que acometió para garantizar el abastecimiento de agua a la comarca del Salnés.

B.G.V. y J.M.M.P. declararon que horas antes de que se produjera el accidente que derivó en un desastre medioambiental detectaron una 'alta mortandad' de peces en el río, lo que ha ratificado el abogado de la compañía y un agente de la Guardia Civil que participó en una inspección ocular justo el día anterior.

Varios agentes de la benemérita confirmaron que se realizaron diversas diligencias antes del accidente en la planta de Brenntag por la aparición de peces muertos en el Umia y que un año antes el Seprona había elaborado un informe sobre deficiencias en la red de saneamiento público de Caldas que remitió a Aguas de Galicia.

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