Una bígama británica, ex modelo de profesión, puede volver a la cárcel tras casarse por quinta vez, según informa el diario The Daily Telegraph.
Emily Horne, de 30 años, que está siendo tratada por maníaco-depresiva, se declaró este lunes culpable de bigamia ante un tribunal de Manchester y fue puesta en libertad condicional hasta el mes próximo, cuando se revisará su caso.
Horne pasó ya seis meses en la cárcel en 2004 después de que su cuarto marido, James Matthews, la denunciase a la policía al descubrir que su mujer había estado casada ya en tres ocasiones.
Su único matrimonio legal fue el primero, con un soldado llamado Paul Rigby, al día siguiente de cumplir dieciocho años.
La pareja se separó, pero el matrimonio no se había anulado cuando Horne se casó en 1999 con otro hombre, un empleado bancario, y reincidió en diciembre del año siguiente con un programador de internet.
La policía fue alertada en 2001 y Horne recibió una amonestación por doble bigamia, algo que no le impidió contraer un cuarto matrimonio en 2002 tras cambiar de apellido.
En septiembre del 2007, Emily Horne se dirigía a Escocia para pasar su luna de miel con su quinto marido, Ashley Baker, de 25 años, cuando se vio obligada a confesarle que estaba ya casada.
Horne pasó ya seis meses en la cárcel en 2004 después de que su cuarto marido, James Matthews, la denunciase a la policía al descubrir que su mujer había estado casada ya en tres ocasiones.
Su único matrimonio legal fue el primero, con un soldado llamado Paul Rigby, al día siguiente de cumplir dieciocho años.
La pareja se separó, pero el matrimonio no se había anulado cuando Horne se casó en 1999 con otro hombre, un empleado bancario, y reincidió en diciembre del año siguiente con un programador de internet.
La policía fue alertada en 2001 y Horne recibió una amonestación por doble bigamia, algo que no le impidió contraer un cuarto matrimonio en 2002 tras cambiar de apellido.
En septiembre del 2007, Emily Horne se dirigía a Escocia para pasar su luna de miel con su quinto marido, Ashley Baker, de 25 años, cuando se vio obligada a confesarle que estaba ya casada.
