La Princesa del Pop, la siempre mediática Britney Spears, tiene una nueva preocupación que añadir a su ya enmarañada vida: sus jefes de la discográfica empiezan a estar un poco hartos de ciertas actitudes y los rumores de que hay otras candidatas para llevar con más dignidad la corona del pop empiezan a multiplicarse.
Una de estas aspirantes es Samantha Jade, una veinteañera que trata de hacerse un hueco en el mundillo de la música, y ante la cual Britney tuvo que defender su reinado, después, eso sí, de un desplante que no agradó nada a sus superiores.
Al parecer, Britney Spears debía acudir a los trabajos de grabación del videoclip de la canción 'Piece of me', el segundo single de su último álbum, 'Blackout', en el Club Social de Los Angeles a las 8.00 horas de la mañana. Sin embargo, la Princesa del Pop decidió que prefería pasar el día con sus dos pequeños Sean Preston y Jayden James, de dos y un año de edad, ahora que el asunto de su custodia sigue en el aire y que la cantante tiene que hacer todos los méritos que pueda para seguir viéndoles semanalmente.
Sin embargo, se le escapó el pequeño detalle de avisar a sus jefes de la discográfica Jive Records, según las informaciones de 'Contact Music' recogidas por Otr/press, que tenían listo el tinglado para la grabación desde primera hora de la mañana. Los bailarines que debían acompañar a Britney Spears en el videoclip y el director del mismo, Wayne Isham, esperaron pacientemente sin saber cuál era el paradero de la cantante hasta que los responsables de la discográfica perdieron los nervios y decidieron darle a Britney una lección.
Con un par de llamadas, Jive Records se puso en contacto con una de sus nuevas promesas, Samantha Jade, que prepara el lanzamiento de un álbum debut con ritmos de R&B para finales de 2007 y ya ha publicado varios 'singles' -entre ellos 'Step up', que forma parte de la película 'Bailando', estrenada en España hace dos años- y le ofreció rodar el videoclip de su nueva canción 'Eyes on me', sin necesidad de realizar ningún tipo de cambio en el equipo de bailarines o en el 'set' de rodaje.
'Los jefes de Jive estaban realmente enfadados, estaban pagando a todo el mundo horas extras y Britney no apareció hasta 12 horas después de la hora de inicio, pero sólo después de que le dijeran que le iban a dar la grabación a otra estrella de la firma', explicaron fuentes cercanas a la discográfica, que señalaron que el presupuesto para el videoclip era de tal calibre que no podía abandonarse a la ligera. 'Britney finalmente apareció cuando se dio cuenta de que una chica, nueva, más joven y más ardiente iba a robarle su espacio', concluyeron las mismas fuentes.
Al parecer, Britney Spears debía acudir a los trabajos de grabación del videoclip de la canción 'Piece of me', el segundo single de su último álbum, 'Blackout', en el Club Social de Los Angeles a las 8.00 horas de la mañana. Sin embargo, la Princesa del Pop decidió que prefería pasar el día con sus dos pequeños Sean Preston y Jayden James, de dos y un año de edad, ahora que el asunto de su custodia sigue en el aire y que la cantante tiene que hacer todos los méritos que pueda para seguir viéndoles semanalmente.
Sin embargo, se le escapó el pequeño detalle de avisar a sus jefes de la discográfica Jive Records, según las informaciones de 'Contact Music' recogidas por Otr/press, que tenían listo el tinglado para la grabación desde primera hora de la mañana. Los bailarines que debían acompañar a Britney Spears en el videoclip y el director del mismo, Wayne Isham, esperaron pacientemente sin saber cuál era el paradero de la cantante hasta que los responsables de la discográfica perdieron los nervios y decidieron darle a Britney una lección.
Con un par de llamadas, Jive Records se puso en contacto con una de sus nuevas promesas, Samantha Jade, que prepara el lanzamiento de un álbum debut con ritmos de R&B para finales de 2007 y ya ha publicado varios 'singles' -entre ellos 'Step up', que forma parte de la película 'Bailando', estrenada en España hace dos años- y le ofreció rodar el videoclip de su nueva canción 'Eyes on me', sin necesidad de realizar ningún tipo de cambio en el equipo de bailarines o en el 'set' de rodaje.
'Los jefes de Jive estaban realmente enfadados, estaban pagando a todo el mundo horas extras y Britney no apareció hasta 12 horas después de la hora de inicio, pero sólo después de que le dijeran que le iban a dar la grabación a otra estrella de la firma', explicaron fuentes cercanas a la discográfica, que señalaron que el presupuesto para el videoclip era de tal calibre que no podía abandonarse a la ligera. 'Britney finalmente apareció cuando se dio cuenta de que una chica, nueva, más joven y más ardiente iba a robarle su espacio', concluyeron las mismas fuentes.
