Madonna anunció ayer un nuevo espectáculo en París, después del polémico macroconcierto en el Estadio de Francia del pasado 14 de julio, día de la fiesta nacional gala, en el que la diva del pop proyectó una esvástica sobre una imagen de la líder ultraderechista francesa Marine Le Pen.
Más íntimo, en la prestigiosa sala Olympia en la que ya actuó en 2008 y ante 2.700 personas (en vez de ante las 70.000 del pasado sábado), Madonna volverá a ofrecerse a su público francés el próximo 26 de julio en el escenario sobre el que otrora se mostraran artistas como Marlene Dietrich, Charles Aznavour o Jacques Brel.
