Un legado de oro y brillantes

Hay nombres que van asociados a un deporte. Da igual los años que pasen. Letras grabadas a fuego en el pasado y el futuro de una disciplina. Y el de Carlos Conde está ligado al kickboxing. Primero en Vigo y, después, afincado en Ourense, fue uno de los dos pioneros en España (junto a Mariano Morante), allá por la década de los 70. Como competidor de gran nivel y entrenador de reconocido prestigio, Conde recibió la insignia olímpica en la primera Gala de la Federación Española que, precisamente, cumple un cuarto de siglo. “Un momento muy bonito, muy emotivo. Encontrarme con mis alumnos de siempre, que tuve hace casi 40 años. Es un placer enorme volverlos a ver después de tanto tiempo. Y luego con los jóvenes que están destacando ahora en España, también fue muy agradable. Me gusta que me reconozcan la labor, pero lo que más me gustó de esto fue el reencuentro con ese pasado”. Allí no faltaron nombres como Simón González, Santiago Bango o Ángel Casado, compañeros de fatigas o alumnos de Conde. Y en su discurso, además de a familiares y amigos, un recuerdo a otros aliados en su vida deportiva y personal, como Abelardo Pérez. Activo Y es que, además de subirse al cuadrilátero para brillar, fue forjador de talentos muy nuestros, como el propio Simón o Manu Míguez. Un legado interminable, como las fotografías que se sacó ante, durante y después de la Gala. Amante del deporte, Carlos Conde sigue muy presente en los gimnasios. “Sigo metido en este mundo. Estoy en los dos mundos, en el del kickboxing y en el del boxeo. Hay chicos a los que les apetece que les entrene, a veces vamos a Vigo, al gimnasio de Simón, y ‘guanteamos’ allí, voy a veladas… Sigo metido. Me gusta y me rejuvenece. Hace que la vida sea más activa. Te subes al ring, haces cuatro o cinco asaltos, y para nada notas que tienes 74 años". En sus inicios no había tantos medios. Ni medios, ni una aceptación social como hay ahora, que hace que chicos y chicas se apunten a practicar kickboxing más allá de la competición, solamente para mantenerse en forma.“En mi juventud, este tipo de deportes de contacto estaban más vetados, la gente tenía más miedo. También, por ejemplo, el boxeo era diferente al de ahora. Los entrenamientos, la reglamentación…”. Lejos queda su desembarco en Ourense apostando por un deporte que se abrió paso hasta consolidarse. Corría el año 1980. Desde Vigo. El inicio de un camino que continúa y que tiene a la formación deportiva y personal como elemento principal. Por todo ello, reconocimiento, insignia y ovación. En detalle De manos del presidente de la Federación Española de Kickboxing, Jesús Eguía, y del presidente del COE, el ourensano Alejandro Blanco, Conde recibió agradecido la insignia olímpica en el 25 aniversario del ente federativo. De premios va la cosa. Carlos Conde recibió el galardón Espíritu Deportivo Leyenda Deporte Ourensano en la Gala +Deporte La Región de 2019. Cuanto tanta gente habla bien de uno, algo bueno habrá.