La Confederación Hidrográfica del Duero acaba de archivar una denuncia del colectivo ecologista Adega por vertidos de aguas residuales sin depurar al río Támega, a su paso por Verín.
La denuncia fue presentada el pasado 11 de abril después de que miembros de la asociación detectaran que el agua discurría muy turbia y desprendía un fuerte olor, además de arrastrar espuma. La contaminación, según Adega, procedía de un colector de la red de saneamiento, pero el organismo de cuenca afirma en su escrito que sus técnicos no apreciaron ninguna anomalía.
