La crecida del río Támega enturbia el agua de consumo

El agua vuelve a salir turbia y con numerosas partículas de barro en los grifos de Verín a causa de la crecida que registró el río Támega debido a las lluvias de los últimos días.
En el Concello aseguraban ayer que se están realizando continuamente análisis para garantizar la potabilidad del agua aunque recomendaba a la población no utilizarla directamente debido a los arrastres de materia orgánica.

La población se abastece del cauce del río Támega, cuya captación está situada en el barrio de San Lázaro. Al subir el nivel del cauce en el río, la depuradora no filtra toda la materia orgánica y lodo que arrastra la corriente, de ahí que llegue turbia a los grifos.

La situación obligó a los vecinos a comprar agua embotellada en los supermercados o recurrir a los manantiales.

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