La Consellería de Sanidade publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia el decreto sobre extinción de fundaciones públicas hospitalarias. La disposición autoriza la extinción de las fundaciones que gestionaban los hospitales de Verín, Barbanza, Virxe da Xunqueira y O Salnés, que ahora pasan a integrarse en el Sergas.
La Xunta considera que la experiencia establecida por la anterior administración, del PP, no ha cumplido las expectativas. En la exposición de motivos se recuerdan las disposiciones de 1996 y 1997 que habilitaban nuevas formas de gestión del Sistema de Salud y establecían la posibilidad de que entidades de naturaleza o titularidad pública pudiesen gestionar y administrar servicios y establecimientos de protección de la salud.
El objetivo era establecer fórmulas flexibles para hacer frente a las exigencias de eficiencia y rentabilidad social de los recursos públicos de las administraciones sanitarias, intentando fomentar su autonomía de gestión.
Sin embargo, consideran los actuales gestores, el tiempo transcurrido y la experiencia acumulada demuestran que el modelo organizativo en que se situaron las fundaciones sanitarias de carácter asistencial no ha alcanzado los objetivos de eficacia, eficiencia y mejora de la calidad de los servicios propuestos.
Informes desde 1999
Subrayan que así lo reflejan los informes emitidos por órganos fiscalizadores y de carácter sectorial desde el año 1999, en los que se pone de manifiesto la carencia de coordinación y homogeneidad en la gestión de compras, la ausencia de planificaciones anuales, deficiencias en los niveles de transparencia exigibles, así como en los mecanismos de control.
Además de esa fragmentación en la asistencia y la ruptura de la equidad en el acceso -señala la exposición de motivos-, el régimen laboral de las fundaciones impidió que los profesionales se pudiesen desplazar dentro del Sistema Nacional de Salud.
Liquidación
El Gobierno gallego designará ahora una comisión liquidadora integrada por tres miembros para cada una de las fundaciones, que elevará una propuesta sobre el procedimiento para la formalización de la disolución en el plazo de dos meses. El Servicio Galego de Saúde se subrogará en la totalidad de las relaciones laborales del personal, así como en los actos, contratos y operaciones realizadas por las fundaciones extintas e integrará en su patrimonio los bienes, títulos o derechos que les pertenecían.
El objetivo era establecer fórmulas flexibles para hacer frente a las exigencias de eficiencia y rentabilidad social de los recursos públicos de las administraciones sanitarias, intentando fomentar su autonomía de gestión.
Sin embargo, consideran los actuales gestores, el tiempo transcurrido y la experiencia acumulada demuestran que el modelo organizativo en que se situaron las fundaciones sanitarias de carácter asistencial no ha alcanzado los objetivos de eficacia, eficiencia y mejora de la calidad de los servicios propuestos.
Informes desde 1999
Subrayan que así lo reflejan los informes emitidos por órganos fiscalizadores y de carácter sectorial desde el año 1999, en los que se pone de manifiesto la carencia de coordinación y homogeneidad en la gestión de compras, la ausencia de planificaciones anuales, deficiencias en los niveles de transparencia exigibles, así como en los mecanismos de control.
Además de esa fragmentación en la asistencia y la ruptura de la equidad en el acceso -señala la exposición de motivos-, el régimen laboral de las fundaciones impidió que los profesionales se pudiesen desplazar dentro del Sistema Nacional de Salud.
Liquidación
El Gobierno gallego designará ahora una comisión liquidadora integrada por tres miembros para cada una de las fundaciones, que elevará una propuesta sobre el procedimiento para la formalización de la disolución en el plazo de dos meses. El Servicio Galego de Saúde se subrogará en la totalidad de las relaciones laborales del personal, así como en los actos, contratos y operaciones realizadas por las fundaciones extintas e integrará en su patrimonio los bienes, títulos o derechos que les pertenecían.
