Los caldos gallegos encuentran cada año un campo más amplio de actuación en los mercados exteriores, donde los datos indican que está creciendo su exportación por encima de lo que lo hace la media del resto de denominaciones de origen españolas, hablando siempre en términos de porcentaje.
Esta apertura de mercados está siendo posible gracias a la labor de promoción realizada desde los consellos reguladores y ya no resulta extraño encontrar vinos tintos de Ribeira Sacra o Monterrei con más de 90 puntos Parker, una garantía de calidad a la que muchos aspiran y pocos elegidos acceden.
La gran oportunidad del sector en la actual situación económica es la internacionalización de sus productos, y desde la Fundación Juana de Vega se señalaba recientemente en Santiago que la exportación de vino gallego crece cinco veces más que en el resto de España, en una tendencia que continúa creciendo año tras año.
Y es que 'Galicia tiene vocación exportadora', como recuerda José Manuel Andrade, director de la Fundación Juana de Vega, que hace escasas fechas celebraba un encuentro de máximos representantes de las bodegas gallegas, así como presidentes de los consellos reguladores de Galicia, para añadir que 'este hecho se pone de manifiesto también para el caso del vino, ya que algunas bodegas exportan más del 25% de su producción'. Por poner un ejemplo, sólo en el primer trimestre de este año las exportaciones de vino gallego a México crecieron un 15 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
LA REFERENCIA
Los vinos de la denominación de origen Rías Baixas siguen siendo los que cuentan con un mayor porcentaje de exportación, ya que de sus 15 millones de litros de producción en el presente año, un 21 por ciento está destinado a las ventas al exterior, siendo EE. UU., Reino Unido, Suiza, Puerto Rico y México sus destinos.
Pero junto a la denominación pontevedresa, las cuatro radicadas en Ourense cuentan también con un creciente porcentaje de caldos dedicados a la exportación. Hasta el punto que los vinos de Monterrei destinan un 20 por ciento de su producción (1,5 millones de litros) a vender en países como Inglaterra, Alemania, Suecia, Suiza, Estados Unidos o Canadá.
La denominación de origen Ribeiro exporta el siete por ciento de sus caldos (con una producción de 10 millones de litros) a Estados Unidos, Países nórdicos, Suiza o Centroamérica.
La denominación de origen Valdeorras, con una producción de tres millones de litros, dedica un tres por ciento a la exportación, merced a la apertura de los últimos años al mercado americano. Y los vinos de la Ribeira Sacra, con cuatro millones de litros de producción dedican el cinco por ciento a las ventas en el exterior.
Esta labor de expansión y apertura de mercados se realiza en base a la promoción con presencia en algunos de los certámenes internacionales más importantes a nivel europeo o mundial, y por otra parte, al calor de críticas tan favorables como las de un especialista como Robert Parker -uno de los 'gurús' del mercado vitivinícola internacional- para algunos de los caldos elaborados en la denominación de origen Monterrei en los últimos años.
La gran oportunidad del sector en la actual situación económica es la internacionalización de sus productos, y desde la Fundación Juana de Vega se señalaba recientemente en Santiago que la exportación de vino gallego crece cinco veces más que en el resto de España, en una tendencia que continúa creciendo año tras año.
Y es que 'Galicia tiene vocación exportadora', como recuerda José Manuel Andrade, director de la Fundación Juana de Vega, que hace escasas fechas celebraba un encuentro de máximos representantes de las bodegas gallegas, así como presidentes de los consellos reguladores de Galicia, para añadir que 'este hecho se pone de manifiesto también para el caso del vino, ya que algunas bodegas exportan más del 25% de su producción'. Por poner un ejemplo, sólo en el primer trimestre de este año las exportaciones de vino gallego a México crecieron un 15 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
LA REFERENCIA
Los vinos de la denominación de origen Rías Baixas siguen siendo los que cuentan con un mayor porcentaje de exportación, ya que de sus 15 millones de litros de producción en el presente año, un 21 por ciento está destinado a las ventas al exterior, siendo EE. UU., Reino Unido, Suiza, Puerto Rico y México sus destinos.
Pero junto a la denominación pontevedresa, las cuatro radicadas en Ourense cuentan también con un creciente porcentaje de caldos dedicados a la exportación. Hasta el punto que los vinos de Monterrei destinan un 20 por ciento de su producción (1,5 millones de litros) a vender en países como Inglaterra, Alemania, Suecia, Suiza, Estados Unidos o Canadá.
La denominación de origen Ribeiro exporta el siete por ciento de sus caldos (con una producción de 10 millones de litros) a Estados Unidos, Países nórdicos, Suiza o Centroamérica.
La denominación de origen Valdeorras, con una producción de tres millones de litros, dedica un tres por ciento a la exportación, merced a la apertura de los últimos años al mercado americano. Y los vinos de la Ribeira Sacra, con cuatro millones de litros de producción dedican el cinco por ciento a las ventas en el exterior.
Esta labor de expansión y apertura de mercados se realiza en base a la promoción con presencia en algunos de los certámenes internacionales más importantes a nivel europeo o mundial, y por otra parte, al calor de críticas tan favorables como las de un especialista como Robert Parker -uno de los 'gurús' del mercado vitivinícola internacional- para algunos de los caldos elaborados en la denominación de origen Monterrei en los últimos años.
