Le concede una nueva licencia urbanística tras ser anulada la anterior por el Tribunal Superior de Galicia
El Parador de Monterrei acaba de recuperar la legalidad urbanística que había perdido en el momento en el que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló, confirmando la sentencia en primera instancia de los juzgados del Contencioso-Administrativo de Ourense, la licencia que en su día otorgó el concello de Monterrei para llevar a cabo las obras que dentro del castillo se ejecutaron.
Según confimó el propio alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, la junta de gobierno concedió a la Axencia de Turismo de Galicia, después de analizar el expediente y recibir el oportuno informe del departamento autonómico regulador de las competencias de Patrimonio, la autorización pertinente para la ejecución de la rehabilitación de la fortaleza de Monterrei y el acondicionamiento de la misma al uso hotelero.
Se resuelve así, después de este trámite administrativo, la paradoja legal que suponía contar con un establecimiento hotelero abierto al público pero sin la preceptiva licencia de la modificación que ya sufrió en su día.
Precisamente, la anterior autorización, anulada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, fue otorgada conforme al plan de ordenación municipal aprobado en 2014 y que el Supremo anuló en sentencia de diciembre de 2016. Ese ordenamiento limitaba el número de estancias hoteleras a ofrecer en una misma explotación a diez, cuando en las instalaciones remodeladas del castillo de Monterrei, entre el palacio y la casa rectoral, llegaron a edificarse doce.
Ese exceso le costó al Concello de Monterrei, y a la Axencia de Turismo de Galicia, ver como los tribunales anulaban el acto administrativo de la licencia. Y, aunque el propio consistorio local como el ente autonómico recurrieron en casación ante el Supremo, fue curiosamente este Alto Tribunal Estatal el que acabó por favorecerles en sus intenciones al anular el planeamiento existente en el municipio, devolviéndolo a la regulación fijada en las normas subsidiarias de 1986.
En ellas, no se establece limitación alguna de dependencias en una instalación hotelera que se implante en el ayuntamiento, y ha sido su base legal la que ha sustentado la nueva licencia otorgada a los responsables de la modificación hecha en la fortaleza de Monterrei.
