Un vecino de Mandín denunció ante el Seprona continuos derrames de aguas residuales en su finca
El vertido de aguas residuales en una finca de Mandín (Verín) por el que fue sancionado José María P.L. con 751 euros, llegó al cauce del río Támega.
La multa la impuso el Concello después de que el Seprona y la Confederación Hidrográfica del Duero, detectarán que las aguas fecales llegaron sin ningún tipo de tratamiento al río. Es más, tanto los agentes del Instituto Armado como los del organismo de cuenca continúan inspeccionando el tramo del río, a la altura de Mandín, ante la sospecha de que se están produciendo más vertidos.
Los agentes mantienen abierta una investigación después de que el dueño de la finca, Luis Lorenzo Fernández, les alertara de que el vertido de aguas residuales que fue sancionado "no fue puntual, si no que son constantes. Toda la finca está encharcada de aguas fecales", aseguró el propietario del terreno.
El agua residual sale desde la finca a un arroyo y, posteriormente, al río Támega, situado a unos cuantos metros. Esta situación, según Luis Lorenzo, se viene registrando desde hace más de dos años, desde que dejó de trabajar el terrreno.
