El viejo depósito de agua de Verín, situado en pleno Camiño Real, en el barrio de San Lázaro, ya está listo para ser museo etnográfico y un mirador sobre el casco urbano de la villa.Una empresa recuperó las instalaciones con una partida de más de 58.000 euros, que aportó la Consellería de Medio Ambiente.
El viejo depósito, que quedó en desuso a mediados de los años 90, al construir el Concello otro de mayor capacidad, fue revestido de acero corten (un material altamente resistente a la corrosión) para evitar que sus paredes de bloques de granito y hormigón sufrieran deterioro.
La construcción tiene más de 400 metros cuadrados de superficie, a lo largo de la que se suceden las columnas de hormigón que sujetan el techo, que será aprovechado ahora, según el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, para construir el mirador hacia el casco urbano. 'El interior vamos a destinarlo a museo etnográfico y a fines turísticos', apuntó el regidor.
ESTE SERÍA EL PRIMER MUSEO QUE TIENE LA VILLA.
La construcción tiene más de 400 metros cuadrados de superficie, a lo largo de la que se suceden las columnas de hormigón que sujetan el techo, que será aprovechado ahora, según el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, para construir el mirador hacia el casco urbano. 'El interior vamos a destinarlo a museo etnográfico y a fines turísticos', apuntó el regidor.
ESTE SERÍA EL PRIMER MUSEO QUE TIENE LA VILLA.
