Al menos 26 personas murieron ayer y cincuenta resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado durante un funeral en el noroeste de Pakistán. La explosión fue registrada en un área en la que las comunicaciones son difíciles. El atentado tuvo lugar alrededor de las dos de la tarde hora local (nueve de la mañana en España) en la demarcación de Bajo Dir, fronteriza con Afganistán, según la Policía.
El suicida hizo estallar la carga explosiva que llevaba adherida a su cuerpo durante el sepelio de un líder tribal en la zona de Jamdor, según los medios paquistaníes.
El atentado fue reivindicado por el movimiento talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), cuyos ataques para golpear a milicias rivales son frecuentes en el noroeste del país.
El Ejército pakistaní lanzó una gran operación en 2009 contra los talibanes en el valle de Swat y distritos aledaños, entre ellos Dir.
Durante los últimos meses, los grupos talibanes y sus afines dieron señales de haberse reagrupado en torno a Dir y el vecino distrito de Chitral, al norte de las siete demarcaciones tribales, que son los feudos tradicionales de la insurgencia.
Según un informe del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron en este país un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas. Estos datos no menguaron significativamente en 2011 y convierten a Pakistán en uno de los países más castigados por el terrorismo en el mundo.
Ante esta situación, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Leon Panetta, advirtió a las autoridades de Pakistán de que el país norteamericano hará 'todo lo que pueda' para proteger a sus soldados desplegados en ese país de las milicias terroristas, entre ellas de la Red Haqqani, a la que acusa de lanzar los ataques que sufrió su Embajada en Kabul, capital de Afganistán.
Los mandatarios estadounidenses no dudan en achacar a esta Red el ataque a la embajada, a pesar de que fue reivindicado por los talibanes, así como el perpetrado el pasado sábado contra fuerzas estadounidenses.
El atentado fue reivindicado por el movimiento talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), cuyos ataques para golpear a milicias rivales son frecuentes en el noroeste del país.
El Ejército pakistaní lanzó una gran operación en 2009 contra los talibanes en el valle de Swat y distritos aledaños, entre ellos Dir.
Durante los últimos meses, los grupos talibanes y sus afines dieron señales de haberse reagrupado en torno a Dir y el vecino distrito de Chitral, al norte de las siete demarcaciones tribales, que son los feudos tradicionales de la insurgencia.
Según un informe del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron en este país un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas. Estos datos no menguaron significativamente en 2011 y convierten a Pakistán en uno de los países más castigados por el terrorismo en el mundo.
Ante esta situación, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Leon Panetta, advirtió a las autoridades de Pakistán de que el país norteamericano hará 'todo lo que pueda' para proteger a sus soldados desplegados en ese país de las milicias terroristas, entre ellas de la Red Haqqani, a la que acusa de lanzar los ataques que sufrió su Embajada en Kabul, capital de Afganistán.
Los mandatarios estadounidenses no dudan en achacar a esta Red el ataque a la embajada, a pesar de que fue reivindicado por los talibanes, así como el perpetrado el pasado sábado contra fuerzas estadounidenses.
