El centroizquierda acaricia su regreso al poder en Dinamarca tras una década

El centroizquierda danés encabezó ayer, víspera de las elecciones generales del país, todas las encuestas de intención de voto con una ventaja sólida, con lo que podría regresar al poder tras una década de gobiernos de derechas. Los últimos sondeos situaron a la actual oposición con el 5 % de los votos, cinco puntos por encima del bloque gubernamental, que desde hace días ha visto frenada su remontada, propiciada por los ataques a la desunión del centroizquierda, sobre todo en materia de inmigración.
Desde que en 2001 la coalición de liberales y conservadores accedió al poder tras una durísima campaña, gracias al apoyo del ultraderechista Partido Popular Danés, la inmigración fue en mayor o menor medida el principal tema de las elecciones, aunque en esta ocasión ha quedado relegada a un papel menor. No obstante, la campaña giró en torno a la crisis económica, la lucha contra el desempleo -situado en el 6 %, el doble que hace dos años- y en cómo tapar el agujero de 47.000 millones de coronas (6.300 millones de euros) en las cuentas públicas que los expertos dicen que hay que cerrar antes de 2020.

El Gobierno apuesta por dos programas de reformas, que recortan las prestaciones por desempleo, el cheque infantil y las ayudas a estudiantes, y que también pretenden retrasar la edad de jubilación y prejubilación.

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