El primer ministro portugués, el conservador Pedro Passos Coelho, anunció ayer que no acepta 'de momento' la dimisión como ministro de Exteriores de Paulo Portas, líder del partido que garantiza su mayoría parlamentaria.
En una alocución al país por televisión, tras reunirse con su partido y con el Gobierno, Passos Coelho desoyó las peticiones de dimisión de la oposición y confirmó que continuará al frente del Ejecutivo portugués. 'No abandono a mi país', manifestó.
En un discurso, Coelho dijo que él nunca abandonará al país 'como las otras partes hicieron en los últimos días' y añadió que buscará 'las condiciones para asegurar la estabilidad' junto a su socio de la coalición e intentará 'aclarar' la posición del Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), cuyo líder Paulo Portas, anunció ayer su renuncia 'irrevocable' disconforme con la sustitución del ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, que dimitió el lunes, por Maria Luís Albuquerque.
En este sentido, Portas aseguró en una nota, que la decisión de dejar su cargo como ministro de Exteriores la tomó tras confirmar que Passos Coelho no decidió el nombre de la nueva titular de Finanzas 'de forma cuidadosa y consensuada'. Portas asegura que expresó a Passos Coelho sus reticencias previamente, pero éste 'confirmó la elección'. 'A lo largo de estos dos años protegí hasta el límite de mis fuerzas el valor de la estabilidad. Sin embargo, la forma como reiteradamente toma las decisiones el Gobierno hace prescindible mi contribución', señala en la nota.
El ministro de Exteriores reconoce además haber mantenido 'diferencias políticas' con el ministro de Finanzas saliente, y considera que su marcha debía permitir 'un nuevo ciclo político y económico' que, sin embargo, no cree posible con Albuquerque.
Esta renuncia abre la tercera y más profunda crisis en el Gobierno conservador luso, que vio dimitir el pasado 4 de abril, al ministro Adjunto y de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, en medio de un escándalo por irregularidades en la obtención de su título universitario.
Coelho ganó las elecciones de junio de 2011 que siguieron al rescate financiero de Portugal, solicitado dos meses antes por el Partido Socialista (PS) que le antecedió en el poder. Desde entonces y gracias a la mayoría absoluta que le da el CDS-PP, Coelho aplicó el duró programa de ajustes y reformas económicas exigido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su ayuda, que suma 78.000 millones de euros.
El Partido Socialista (PS), principal fuerza de la oposición y líder de nuevo en las encuestas, se convirtió con el resto de la izquierda en un duro crítico de las medidas de austeridad y exige elecciones anticipadas, la renegociación de los compromisos del rescate y una política orientada a combatir la recesión y el desempleo.
Ahora, el inesperado anuncio de dimisión de Portas obliga, incrementa, según la oposición de izquierda y los sindicatos, la necesidad de comvocar elecciones.
En un discurso, Coelho dijo que él nunca abandonará al país 'como las otras partes hicieron en los últimos días' y añadió que buscará 'las condiciones para asegurar la estabilidad' junto a su socio de la coalición e intentará 'aclarar' la posición del Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), cuyo líder Paulo Portas, anunció ayer su renuncia 'irrevocable' disconforme con la sustitución del ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, que dimitió el lunes, por Maria Luís Albuquerque.
En este sentido, Portas aseguró en una nota, que la decisión de dejar su cargo como ministro de Exteriores la tomó tras confirmar que Passos Coelho no decidió el nombre de la nueva titular de Finanzas 'de forma cuidadosa y consensuada'. Portas asegura que expresó a Passos Coelho sus reticencias previamente, pero éste 'confirmó la elección'. 'A lo largo de estos dos años protegí hasta el límite de mis fuerzas el valor de la estabilidad. Sin embargo, la forma como reiteradamente toma las decisiones el Gobierno hace prescindible mi contribución', señala en la nota.
El ministro de Exteriores reconoce además haber mantenido 'diferencias políticas' con el ministro de Finanzas saliente, y considera que su marcha debía permitir 'un nuevo ciclo político y económico' que, sin embargo, no cree posible con Albuquerque.
Esta renuncia abre la tercera y más profunda crisis en el Gobierno conservador luso, que vio dimitir el pasado 4 de abril, al ministro Adjunto y de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, en medio de un escándalo por irregularidades en la obtención de su título universitario.
Coelho ganó las elecciones de junio de 2011 que siguieron al rescate financiero de Portugal, solicitado dos meses antes por el Partido Socialista (PS) que le antecedió en el poder. Desde entonces y gracias a la mayoría absoluta que le da el CDS-PP, Coelho aplicó el duró programa de ajustes y reformas económicas exigido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su ayuda, que suma 78.000 millones de euros.
El Partido Socialista (PS), principal fuerza de la oposición y líder de nuevo en las encuestas, se convirtió con el resto de la izquierda en un duro crítico de las medidas de austeridad y exige elecciones anticipadas, la renegociación de los compromisos del rescate y una política orientada a combatir la recesión y el desempleo.
Ahora, el inesperado anuncio de dimisión de Portas obliga, incrementa, según la oposición de izquierda y los sindicatos, la necesidad de comvocar elecciones.
