El jefe del sistema penitenciario del estado brasileño de Pará fue destituido hoy por su omisión en el caso de la adolescente de 14 años que dijo haber sido violada por varios presos durante los cuatro días en que fue obligada a permanecer en un presidio masculino, dijeron fuentes oficiales.
La gobernación del estado amazónico de Pará determinó la destitución del jefe de la Superintendencia del Sistema Penal regional, mayor de la policía Francisco Bernardes, tras trascender que no adoptó medidas preventivas pese a que conocía desde hacía algún tiempo las irregularidades en la Colonia Penal de Santa Izabel.
Fue de dicho presidio, una colonia agrícola para 350 presos ubicada a unos 50 kilómetros de Belén, la capital de Pará, que una menor dijo haber sido retenida cuatro días de la semana pasada por reclusos que la violaron repetidamente.
La adolescente se presentó el sábado ante la policía para denunciar los abusos y alertar que otras dos menores aún estaban en el presidio y que no habían conseguido escapar.
La joven relató que fue llevada al presidio el martes de la semana pasada por una mujer que la contactó en Belén y que fue obligada, junto con otras dos adolescentes, a consumir drogas y alcohol, y a mantener relaciones sexuales con varios hombres hasta la madrugada del sábado, cuando consiguió escapar.
El gobernador de Pará, Simao Jatene, ya había anunciado la separación temporal de sus cargos del director de la Colonia Penal de Santa Izabel y de veinte guardias carcelarios, y hoy sustituyó al jefe de todo el sistema carcelario regional.
La Superintendencia no adoptó ninguna medida pese a haber recibido informes de que ya habían sido retiradas del presidio varias mujeres, incluyendo adolescentes, contratadas por los presos para prestar servicios sexuales.
El mayor Bernardes fue destituido por no haber sido 'ágil para adoptar medidas preventivas así que supo de las irregularidades', según un comunicado de la secretaría regional de Seguridad Pública.
Este tipo de caso no es inédito en el estado de Pará ya que en 2007 una joven de 16 años fue violada durante los 26 días en que estuvo detenida en las celdas de la comisaría de la ciudad de Abaetetuba.
La policía alegó entonces que recluyó a la menor junto con varios hombres por carecer de celdas femeninas.
