Las autoridades brasileñas detuvieron ayer a uno de los dueños de la discoteca 'Kiss' de Santa María, entregándose el otro después, y a dos de los integrantes del grupo que actuó en el local la noche del incendio. Hasta el momento, 80 de las víctimas continúan en estado grave. La tragedia se originó cuando uno de los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira encendió una bengala y una chispa alcanzó el aislamiento del techo.
Elissandro Sphor, 'Kiko', uno de los dueños de la discoteca en la que se produjo el incendio el pasado sábado, era detenido por la mañana en un hospital de la localidad de Cruz Alta, a unos 130 kilómetros de Santa María, entregándoe a la policía por la tarde el otro propietario, Mauro Hoffmann. Además, el vocalista y otro de los miembros de la banda que actuaba esa noche fueron arrestados en la localidad de Mata y Sao Pedro do Sul.
El juez Regis Adil Bertolin decretó en la madrugada del lunes prisión provisional de cinco días para dos de los componentes del grupo, para Sphor y para su socio, declarado prófugo al no ser encontrado por la policía, ante la que se entregaba posteriormente.
Los dueños de la discoteca habían difundido un comunicado en el que aseguraban que el local tenía toda la documentación en regla. Sin embargo, los bomberos que acudieron al incendio denunciaron que la licencia de actividad estaba caducada y que la única puerta de salida estaba bloqueada en el momento que comenzó el fuego. El delegado de la Policía Civil de Santa María, Sandro Meinerz, reveló ayer que Sphor, quien se encontraba en la discoteca en el momento de la tragedia, declaró tras su arresto que sabía que la licencia estaba caducada, pero que ya había solicitado su renovación.
La magnitud de la tragedia en el local de fiestas brasileño despertó la solidaridad de varios mandatarios del mundo, que ayer continuaban expresando sus condolencias, como el papa Benedicto XVI o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El juez Regis Adil Bertolin decretó en la madrugada del lunes prisión provisional de cinco días para dos de los componentes del grupo, para Sphor y para su socio, declarado prófugo al no ser encontrado por la policía, ante la que se entregaba posteriormente.
Los dueños de la discoteca habían difundido un comunicado en el que aseguraban que el local tenía toda la documentación en regla. Sin embargo, los bomberos que acudieron al incendio denunciaron que la licencia de actividad estaba caducada y que la única puerta de salida estaba bloqueada en el momento que comenzó el fuego. El delegado de la Policía Civil de Santa María, Sandro Meinerz, reveló ayer que Sphor, quien se encontraba en la discoteca en el momento de la tragedia, declaró tras su arresto que sabía que la licencia estaba caducada, pero que ya había solicitado su renovación.
La magnitud de la tragedia en el local de fiestas brasileño despertó la solidaridad de varios mandatarios del mundo, que ayer continuaban expresando sus condolencias, como el papa Benedicto XVI o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
