Fiscal iraní niega que los dos ciudadanos EEUU detenidos reciban malos trato

El fiscal general de Irán, Abas Yafari Dolatabadí, negó hoy que los dos ciudadanos norteamericanos encarcelados y acusados de espionaje reciban malos tratos, como sugirió días atrás su compañera liberada Sarah Shourd.

'Los estadounidenses tiene las mejores facilidades y se les trata bien. Creo que la señora Shourd se ha salido de la carretera de la justicia', indicó el responsable judicial.

Shourd, de 32 años, fue detenida en julio de 2009, junto a sus compañeros Josh Fattal, de 28, Shane Bauer, de igual edad en las montañas del Kurdistán, en una zona de la indefinida frontera entre Irán e Irak.

Los tres han sido acusados de espionaje, aunque Shourd se halla desde septiembre del pasado año en Estados Unidos en libertad bajo fianza de 500.000 dólares, concedida por motivos médicos.

Dolatabadí, citado por la agencia de noticias estatal Irna, también anunció que la tercera vista del juicio tendrá lugar en las próximas ocho semanas y garantizó que en esta ocasión los dos acusados asistirán a la sala, tras solventar los 'problemas de coordinación' entre instituciones penitenciarias y la Judicatura.

'Después de la segunda sesión nos dimos cuenta de este problema e intentamos hacer desaparecer las incoherencias para la siguiente vista. Esperamos que en la próxima sesión se tome la decisión final sobre estos tres estadounidenses', agregó.

Según el abogado defensor, los tres acusados se han declarado inocentes y piden la absolución de una acusación que, en su opinión, carece de base legal.

Los tres acusados insisten en que en ningún momento tuvieron intención de entrar en territorio iraní y que todo es fruto de una confusión después de que se desorientasen y erraran su camino.

Shourd explicó a la prensa norteamericana el pasado noviembre que en realidad no penetraron en Irán hasta que los citados policías fronterizos les hicieron un gesto para que se aproximaran a donde ellos estaban.

Según su relato les dijeron 'esto es Irán' y le señalaron la carretera donde se hallaban antes y le dijeron eso es Irak, antes de arrestarlos.

La línea divisoria entre los dos países a la altura del Kurdistán no está suficientemente delimitada desde la guerra fronteriza que ambas naciones libraron entre 1980 y 1988.

El juicio, que se celebra a puerta cerrada, se enmarca en las hostiles relaciones que mantienen Irán y Estados Unidos, que rompieron sus lazos diplomáticos tras el triunfo en 1979 de la revolución que expulsó al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví, e instauró la República Islámica.

Te puede interesar