Los milicianos reconocen haber librado encarnizados combates en Trípoli y otras zonas de Libia

Los gadafistas plantan cara a la ofensiva de los rebeldes

Rebeldes libios escoltan a miembros del Consejo de Transición por las calles de Trípoli. (Foto: H. HANSCHKE)
Los milicianos libios en Trípoli tratan de mantener la presión sobre las fuerzas gadafistas, sólo organizadas aparentemente al sur de la capital, y lograron unir sus esfuerzos con los combatientes del frente occidental de Misrata. Un convoy con revolucionarios de esa ciudad, que durante seis meses fue el mayor enclave rebelde que resistió al cerco de los brigadistas del régimen, entró por el centro de la ciudad, y según explicaron varios milicianos, ahora se dirigirán al sur del aeropuerto, en dirección a Garián.
Los combates de las últimas horas tuvieron lugar en torno al aeródromo de la capital libia donde la guarnición, no se sabe si comandada por Hamis, el hijo al que Gadafi encomendó sofocar la rebelión armada, sigue al frente de las tropas gadafistas. Uno de los milicianos, natural de Garián, 100 kilómetros al sur de Trípoli, admitió que en esa zona encontraron una resistencia encarnizada, y que los gadafistas lograron detener su avance con un carro T-62, de fabricación soviética, enclavado en un cruce de caminos.

Por el momento, pese a la incertidumbre y la tensión en los esporádicos enfrentamientos y tiroteos en distintos puntos de la ciudad, los rebeldes mantienen el optimismo, e incluso una risueña hospitalidad, pese a lo precario de su situación.


HOSTIGAMIENTO

La dificultad de los suministros y abastecimientos crece paralela al hostigamiento de las partidas de gadafistas emboscados en la ciudad. La pasada noche mantuvieron en vilo a los milicianos que montaban guardia en sendos centros de enseñanza de la capital donde los rebeldes custodiaban a algunos de sus huéspedes de la prensa internacional.

Algunos 'shabab' (jóvenes combatientes) aseguraron ayer que en el asalto, el martes, a la prisión de Abu Salim, al sureste de la ciudad, murieron un centenar de reclusos alcanzados por los misiles Grad disparados por los leales al coronel Gadafi.

La especulación en torno a su paradero no cesa y algunos rebeldes piensan que se podría haber escondido en los túneles del 'Gran río construido por el hombre', como se denomina al megaproyecto de explotación acuífera del desierto de Libia que desde 1996 abastece de agua a la capital. 'Se puede circular en coche (por su interior), explicó un rebelde tras regresar de un tiroteo con su compañero herido leve en la mano izquierda.

La existencia del inmenso río subterráneo, proyecto digno de la megalomanía de Gadafi por la magnitud de su envergadura e inconcluso, añade aún más incertidumbre a la situación, pues los rebeldes temen que trate así de alcanzar Sebha, la región meridional del país y posible vía saheliana de escape del que durante 42 años fuera 'líder' todopoderoso de Libia.

Igualmente, se desconoce la suerte de Seif al Islam, el pretendido heredero, mientras su padre se ve obligado a lanzar sus mensajes a la resistencia a través del canal internacional de televisión sirio Al Rai. 'No teman a los infieles. Liberen Trípoli. Que salga toda la gente y avancen hacia Trípoli. Luchen calle por calle y combatan', incitó Gadafi a sus leales seguidores.

Te puede interesar