Un joven de 23 años provocó este jueves una masacre en su antiguo colegio en Río de Janeiro. Armado con dos revólveres, Wellington Menezes de Oliveira abrió fuego en el interior de la escuela municipal Tasso de Silveira, mató a 11 estudiantes, hirió a otros 22 y acabó suicidándose al verse rodeado por la policía.
El ex alumno accedió al edificio, situado en el barrio de Realengo, en la zona oeste de Río, bajo el pretexto de dar una conferencia. Según un barrendero que presenció la escena, Wellington llegó hasta un aula donde unos 40 niños asistían a una clase de portugués.
'Sin decir nada, sacó una pistola de la mochila y empezó a disparar. La policía llegó y él intentó subir a la segunda planta. Cuando vio que estaba cercado, se pegó un tiro en la cabeza', explicó Dorival Porto Rafael a la prensa local.
Fuentes policiales explicaron que el agresor había dejado una carta en la que expresaba su 'determinación de suicidarse después de la tragedia', como finalmente ocurrió.
'Sin decir nada, sacó una pistola de la mochila y empezó a disparar. La policía llegó y él intentó subir a la segunda planta. Cuando vio que estaba cercado, se pegó un tiro en la cabeza', explicó Dorival Porto Rafael a la prensa local.
Fuentes policiales explicaron que el agresor había dejado una carta en la que expresaba su 'determinación de suicidarse después de la tragedia', como finalmente ocurrió.
