Al menos nueve personas murieron y otras seis resultaron heridas al estallar una bomba dentro de un autobús público en la convulsa región sur de Filipinas, informó el Ejército. La explosión ocurrió poco después de las 11.00 hora local en una carretera de la provincia de Cotabato del Norte, según el teniente coronel Randolph Cabangbang, quien aseguró que el artefacto estalló cuando el autobús, que transportaba unos 50 pasajeros, transitaba por un área rural cerca del pueblo de Matalam.
Los artificieros se desplazaron al lugar de los hechos para investigar sobre la autoría del atentado, ya que de momento ningún grupo armado ha reivindicado el ataque. El autobús provenía de la ciudad de Cagayan de Oro y se disponía a realizar su última parada antes de llegar a Tacurong.
La sede de la bolsa de Manila también fue ayer evacuada y se suspendieron las cotizaciones por una amenaza de bomba. Tras un exhaustivo registro del edificio y sus alrededores por parte de un equipo de artificieros no apareció ningún artefacto explosivo, por lo que no se descarta que se tratara de una broma.
La sede de la bolsa de Manila también fue ayer evacuada y se suspendieron las cotizaciones por una amenaza de bomba. Tras un exhaustivo registro del edificio y sus alrededores por parte de un equipo de artificieros no apareció ningún artefacto explosivo, por lo que no se descarta que se tratara de una broma.
