Anunció que continuará en el Gobierno hasta septiembre tras toda una tarde en la que se especuló que iba a renunciar

Mubarak se aferra al poder, aunque cede competencias al vicepresidente

Los reunidos en la plaza Tahrir muestran las suelas de sus zapatos hacia la pantalla de televisión, en señal de desprecio hacia Mubarak. (Foto: HALED ELFIQI)
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunció que seguirá en el poder, pero con menos prerrogativas al ceder parte de ellas a su vicepresidente, Omar Suleimán, pese a las expectativas creadas sobre su marcha durante el día de ayer. 'He considerado delegar al vicepresidente de la República los poderes y las prerrogativas de acuerdo con la Constitución', dijo Mubarak, de 82 años y en el cargo desde hace tres décadas, en un discurso televisivo.
Además, en su alocución, el jefe de Estado no solo no dijo claramente que haya renunciado ayer a la Presidencia, sino que se comprometió a dirigir un proceso que lleve a unas 'elecciones (presidenciales) libres y limpias' en septiembre próximo. 'Me aferraré a proteger la Constitución y los intereses del pueblo hasta que se entregue el poder y la responsabilidad a quien elijan los electores en septiembre próximo', afirmó. 'Eso es lo que yo juré', aseguró Mubarak, quien se comprometió a un 'traspaso pacífico' del poder.

Por su parte, el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Fathi Sourur, en declaraciones a la televisión estatal, aclaró que Mubarak traspasó algunas prerrogativas al vicepresidente, de acuerdo con las limitaciones constitucionales, pero conserva otras. Entre las que conserva figura la reforma de la Constitución y la disolución del Parlamento y del Gobierno.

Por su parte, el principal grupo opositor del país, los Hermanos Musulmanes, rehusó hacer comentario alguno sobre las palabras de Mubarak y su portavoz, Isam al Arian, dijo a Efe que su agrupación no se pronunciará oficialmente hasta mañana, viernes.


RUMORES DE DIMISIÓN

A lo largo de toda la tarde de ayer se había especulado en medios de comunicación locales e internacionales sobre la posible salida de Mubarak del poder, acuciado por la creciente presión popular. Las alarmas saltaron sobre las 18.30 horas (17.30 hora española) cuando la televisión estatal informó de que el 'rais' (presidente) iba a pronunciar un discurso próximamente.

Poco después de la intervención de Mubarak, el vicepresidente apareció en la televisión estatal para dar un discurso dirigido a la nación en el que calificó la situación actual del país de 'momento decisivo' y asegurar que 'la puerta está abierta a más diálogo'. Suleimán hizo también un llamamiento a la unidad y pidió a los ciudadanos que 'trabajen juntos para hacer un futuro brillante', en un discurso televisado.

Además, reiteró la necesidad de restaurar la confianza de acuerdo con la Constitución y la ley. Suleimán confirmó que había recibido de Mubarak algunas prerrogativas presidenciales y explicó que se había 'comenzado el trabajo con las Fuerzas Armadas'.

También dirigió un mensaje a los convocantes de las protestas en Egipto: 'El movimiento del 25 de enero logró con éxito generar un cambio global en la marcha de la democracia. El cambio ya comenzó', concluyó el vicepresidente Suleimán.

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