El asesinato de un niño de 11 años que fue apuñalado 44 veces cuando daba un paseo en bicicleta ha conmocionado Francia y tiene perpleja a la Policía, que espera los primeros resultados de ADN para echar luz sobre el suceso.
El cadáver del pequeño Valentín fue encontrado el lunes por la noche a pocos metros de la casa de un amigo de su madre, donde había ido a pasar unos días en Lagnieu, en el este de Francia.
Los investigadores encontraron rastros de sangre en el escaparate de una farmacia, delante de un bar y en la acera a lo largo de varios centenares de metros desde el lugar donde fue hallado el cuerpo, que son analizados y podrían revelar la identidad del asesino.
Unos 50 agentes han sido movilizados a Lagnieu para investigar el crimen.
El miércoles, la Policía interrogó a los padres de Valentín, Véronique y Jean-Pierre, que viven a pocos kilómetros de Lagnieu, en Porcieu, así como al amigo de la madre y a los dos hijos mayores de éste.
Los agentes también registraron la casa de los padres y se llevaron el ordenador de Valentín en busca de pistas, así como los dos automóviles de la familia.
Sin embargo, la gendarmería precisó que los padres del niño no son objeto de ninguna sospecha y fueron citados como simples testigos.
Los investigadores han evocado la pista de un 'crimen satánico' por el gran número de puñaladas recibidas por Valentín, o la de un encuentro fatal con un merodeador.
Valentín era el único hijo de Véronique, quien se casó en segundas nupcias con Jean-Pierre, padre de otros dos hijos.
Según los vecinos la pareja tenía discusiones frecuentes desde que el padre perdió su empleo y ella tuvo que ponerse a trabajar en un supermercado de Lagnieu.
Sin embargo, Véronique ha negado que estuviera en trámites de divorcio y que el amigo a quien confió a su hijo fuera su nuevo compañero, como informó la prensa.
Los investigadores encontraron rastros de sangre en el escaparate de una farmacia, delante de un bar y en la acera a lo largo de varios centenares de metros desde el lugar donde fue hallado el cuerpo, que son analizados y podrían revelar la identidad del asesino.
Unos 50 agentes han sido movilizados a Lagnieu para investigar el crimen.
El miércoles, la Policía interrogó a los padres de Valentín, Véronique y Jean-Pierre, que viven a pocos kilómetros de Lagnieu, en Porcieu, así como al amigo de la madre y a los dos hijos mayores de éste.
Los agentes también registraron la casa de los padres y se llevaron el ordenador de Valentín en busca de pistas, así como los dos automóviles de la familia.
Sin embargo, la gendarmería precisó que los padres del niño no son objeto de ninguna sospecha y fueron citados como simples testigos.
Los investigadores han evocado la pista de un 'crimen satánico' por el gran número de puñaladas recibidas por Valentín, o la de un encuentro fatal con un merodeador.
Valentín era el único hijo de Véronique, quien se casó en segundas nupcias con Jean-Pierre, padre de otros dos hijos.
Según los vecinos la pareja tenía discusiones frecuentes desde que el padre perdió su empleo y ella tuvo que ponerse a trabajar en un supermercado de Lagnieu.
Sin embargo, Véronique ha negado que estuviera en trámites de divorcio y que el amigo a quien confió a su hijo fuera su nuevo compañero, como informó la prensa.
